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Desde hace algún tiempo, empresas de
medicina prepaga con fuertes raíces
a nivel provincial y regional
manifestaron la necesidad de generar
un nuevo espacio de representación
para la toma de decisiones y la
relación directa con las
autoridades, posición que ganó
interés al entrar en vigencia la ley
26.682 de medicina prepaga.
A partir del 14 de febrero de 2012,
estas empresas con y sin fines de
lucro de distintas provincias, como
sociedades comerciales; asociaciones
civiles; mutuales y cooperativas con
compromiso y objetivos comunitarios,
se unieron en pos de crear una nueva
cámara nacional con una fuerte
expresión federal de la actividad.
Así nació la Cámara de Entidades de
Medicina Privada de la República
Argentina (CEMPRA) que creció
rápidamente en el número de
instituciones asociadas, -que ya
suman 41- para convertirse en la
caja de resonancia de la voz de sus
representados. Esto generó un ámbito
de debate e intercambio de
experiencias e inició una etapa de
diálogo con las autoridades.
De esta manera, CEMPRA ha
participado de reuniones con otras
cámaras del sector y con la
Superintendencia de Servicios de
Salud (S.S.Salud), estos encuentros
han tenido como eje principal
distintos aspectos que hacen a la
reglamentación de la mencionada ley.
Hemos procurado hacer públicas las
particularidades de las entidades
que forman CEMPRA ya que, sobre una
matriz idéntica de actividad, se
yerguen diferencias sustanciales que
deben ser observadas, analizadas y
atendidas de un modo distinto al que
guía el accionar de las grandes
empresas del área de la medicina
prepaga.
Creemos que el sector atraviesa un
período de maduración respecto del
carácter regulado de su actividad,
que aparece como novedad tras muchos
años de una situación difusa que
tornaba necesario el debate y la
posterior ley. Apoyados sobre la
base del diálogo, expusimos nuestros
intereses y necesidades ante
quienes, desde la S.S.Salud,
enfrentan un escenario diverso y
extenso de entidades de distintas
formas jurídicas, diferente
vinculación con prestadores,
extensión geográfica y composición
de la cartera de afiliados.
Tenemos la expectativa de alcanzar
un nivel de madurez en dicha
relación que permita al sector
sostener la fidelidad de los varios
millones de afiliados que eligen,
desde hace décadas, a la medicina
prepaga como modo de acceso y
cobertura de sus prestaciones de
salud.
Respecto a las posturas esgrimidas
por esta Cámara en respuesta al
debate que abrió la Superintendencia
con vistas a la reglamentación de la
ley, podemos destacar nuestro ánimo
de apoyarnos en las herramientas que
la misma legislación entrega para
resolver las cuestiones que surgen
de los artículos más controvertidos.
En tal sentido, avalamos la puesta
en vigencia de la cuota diferencial
para aquellos aspirantes a ingresar
en una empresa de medicina prepaga
que padezcan enfermedades
preexistentes a su afiliación.
Asimismo, y con el objetivo de
atenuar el impacto económico y
financiero que tales usuarios
podrían ocasionar en las empresas
(fundamentalmente en aquellas con
menor volumen de afiliados, y/o
primas más bajas y/o menor o nulo
respaldo de grupos económicos de
mayor solvencia) creemos necesario
un debate sobre un eventual fondo de
reaseguro que abarque a la totalidad
de los actores del sistema.
Debemos tener presente, que el
ingreso de nuevos beneficiarios con
patologías existentes, que
claramente la Ley dispone su
incorporación, impacta severamente
en los costos prestacionales, que
obliga al incremento del valor de
las cuotas, situación esta que debe
ser soportada por los usuarios que
abonan de su peculio personal un
sistema de medicina privado para
ellos y sus familia.
En rigor de verdad, el concepto
desarrollado en el párrafo anterior
está en sintonía con tendencias
vigentes en distintos países de
América que, aún en la
heterogeneidad observable en sus
diseños, ha sido utilizado con
objetivos similares a los propuestos
por nuestra Cámara.
Hemos puesto énfasis en subrayar la
importancia de un minucioso análisis
de las estructuras de costos de las
empresas comprendidas por los
alcances de la ley, ya que las
conclusiones que surjan serán la
base de las modificaciones
arancelarias imprescindibles para
sostener el servicio que afronta
paralelamente costos crecientes y de
difícil control.
Si bien la problemática que plantea
la ley absorbe mayoritariamente las
horas de trabajo en común, nuestra
cámara ha generado también espacios
de divulgación y discusión
científica. En tanto actores de un
sistema de salud nos cabe la
responsabilidad de investigar
aspectos dominantes de la medicina
actual como la aparición de nuevos
fármacos y el desarrollo de
innumerables proyectos de
biotecnología que impactan
fuertemente sobre la calidad de vida
de las personas y sobre los propios
costos del sistema. Una muestra de
lo antedicho es el desarrollo de
nuevos métodos de fertilización
asistida que permitirán que
numerosísimas parejas alcancen el
sueño de la procreación.
Por último, desearía agregar, que
somos conscientes que solo con la
valiosa presencia de todas las
entidades del sector se alcanzará
una síntesis acabada de objetivos,
consensos duraderos y una
representación significativa.
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