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Financiación de Enfermedades
Catastróficas
El
impacto de las enfermedades
catastróficas es una de las
problemáticas que más preocupa al
sector salud. El Doctor Esteban
Lifschitz, abordó el tema y nos dio
algunas claves para comenzar a
pensar en un “seguro” que cubra este
tipo de patologías
Las enfermedades catastróficas, por
el efecto que tienen en el bolsillo
de las familias que tienen que
afrontarlas, implican un verdadero
desafío para el sistema de salud.
Pensar en posibilidades para
financiarlas ha sido, en los últimos
años, una de las tareas de reflexión
a las que más se han abocado los
especialistas del área.
Recientemente, fue el doctor Esteban
Lifschitz, Magister en Sistemas y
Administración de Servicios y
Servicios de Salud, quien aportó
datos, ideas y herramientas para
encarar la problemática.
Definiciones, datos mundiales y
opciones de seguros: nada quedó
fuera a la hora de pensar las
enfermedades catastróficas.
DEFINICIONES
Las enfermedades catastróficas (EC),
afirmó el doctor Esteban Lifschitz,
pueden definirse de dos formas: por
un lado, son las que generan más del
30% del gasto de los hogares; por el
otro, se pueden identificar como las
patologías que tienen un costo
mensual superior al salario mínimo
vital y móvil. “Se trata de una
definición que hace referencia al
impacto económico.”
Tipos de seguros
para EC
¿Cobertura Universal
o Parcial?
Universal
1. Toda la población
2. Seguro único o
competitivo
3. Exime a OS-Prepagas de
cobertura en EC
Parcial
1. Sólo para población sin
cobertura formal
2. Para seguros de salud
1. OS y Prepagas
2. Obras Sociales
3. Prepagas
¿Oferentes?
Único
• Cobertura universal
• Compra, acredita y provee
• Mayor pool de riesgo
• Homogeneíza respuestas
Múltiples
• Mercado de seguros
• Cobertura sólo para sus
beneficiarios
• Heterogeneidad de las
respuestas
• Sustentabilidad
dependiente de pool de
riesgo |
Esteban
Lifschitz: “El problema es
financiero y, por lo tanto, la
solución tiene que ser financiera”..
UN
PROBLEMA DE COSTOS
Los altos costos, señaló el doctor,
pueden surgir de un único
tratamiento costoso, como es el caso
de un trasplante, o de un
tratamiento prolongado, como en el
caso del cáncer. “El componente de
mayor peso en los costos de las EC
son los medicamentos, que llegan al
75%”, añadió Lifschitz. La curva de
gastos de las EC presentan lo que se
conoce como reversión lenta a la
media: los gastos se mantienen altos
en el tiempo, siempre por encima de
los promedios. Otro problema
adicional es que el financiamiento
de las EC por parte de los mismos
hogares no es sostenible: “Esto es
inviable y es uno de los elementos
de mayor inequidad”, advirtió
Lifschitz.
DATOS
MUNDIALES
Según expuso el doctor, en todo el
mundo son 150 millones de personas
las que sufren el efecto
catastrófico de las enfermedades de
este tipo. De este monto, 100
millones caen por debajo de la línea
de pobreza y 90 millones viven en
países en desarrollo. En el caso de
la Argentina, la encuesta ENGUS de
2010 indica que el 6% de los hogares
tiene gastos en salud que superan el
35% de sus ingresos. “En total, son
2,4 millones de personas afectadas
por gastos catastróficos en nuestro
país,” especificó Lifschitz. Por
otra parte, las EC tienen la
particularidad de poseer una
distribución aleatoria: “La
diferencia radica en la respuesta
que cada país encuentre ante las
EC.”
HERRAMIENTAS DE FINANCIACIÓN
Luego de repasar las experiencias de
Uruguay y de Chile en relación a las
EC, Lifschitz listó una serie de
herramientas que pueden ayudar al
financiamiento de las enfermedades
de este tipo. La universalidad de la
protección, como base, se relaciona
con la sostenibilidad y la calidad
homogénea. “Reunir un pool de
riesgo, generar economías de escala,
acreditar a los prestadores y
protocolizar los tratamientos son
recursos cruciales para el manejo de
las EC.”
HACIA
UNA SOLUCIÓN
A modo de conclusión, Lifschitz
remarcó que “uno de los ejes para
afrontar las EC es separar su
financiación del resto de las
enfermedades”; además, enfatizó que
hay que intentar optimizar el uso de
recursos para mejorar la
accesibilidad, homogeneizar las
respuestas y redireccionar el gasto
a problemas prevalentes. “El
problema es financiero y, por lo
tanto, la solución tiene que ser
financiera,” sintetizó.
Fuente: Instituto
de Medicina para la
Seguridad Social y
Evaluación Tecnológica
(IMSSET) – Facultad de
Medicina UBA
Jornada ¿Es necesario pensar
en una nueva ley de Salud?
10-09-13 |
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