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 La Medicina en el Cine - Autor: José Moviola jose.moviola@yahoo.com.ar

 
Bioética en la reproducción asistida*

Una familia numerosa
(Ken Scott - 2013)

SINOPSIS
Los avances de las Tecnologías de Reproducción Humana Asistida nos confrontan con nuevos escenarios y prácticas cuya interrogación resulta necesaria. A través de la narrativa cinematográfica, el análisis de Una familia numerosa y el de su original canadiense (Starbuck, 2011) se pueden encarar desde distintos ejes de análisis en relación a la Inseminación Artificial con Donante, en la cual se dirimen el derecho a la identidad y el derecho a la privacidad.
La historia de David, el protagonista del filme narra dos sucesos que cambian el curso de su vida: su novia le informa que ha quedado embarazada y que piensa tener al niño sin contar con su ayuda, y ese mismo día le comunican que le han interpuesto una demanda ya que David ha donado esperma hace alrededor de veinte años, y como resultado, han nacido 533 hijos, de los cuales 142 quieren averiguar su nombre para conocerlo.
Lo inédito de esta situación nos lleva a analizarla desde tres vertientes, por el lado del derecho, desde la bioética, y desde la responsabilidad, con la mirada puesta en la subjetividad. (1)

LA ÓPTICA BIOLOGICISTA
En primer lugar, se debe considerar ubicar una cuestión fundamental al analizar las tecnologías de reproducción humana asistida (TRHA).
Tal como señala Kletnicki, “si la inseminación o la fertilización in vitro se realizan con semen del donante (…) allí se abre una pregunta sobre los lazos de parentesco y los efectos surgidos de su transformación, en tanto procreación y filiación aparecen como categorías disociadas”(2)
En efecto, la disociación entre procreación y filiación nos lleva por el camino de la interrogación acerca de la paternidad de estos niños. ¿Quiénes son sus padres? Es interesante notar que en el filme no aparece ninguna mención a quienes han criado a esos jóvenes.
No hay padres en función para estos niños: David aparece como único responsable, ya que él ha donado el esperma que ha hecho posible luego la Inseminación Artificial con Donante (IACD). Nada se dice del óvulo necesario para tal procedimiento, y más aun nada se dice de quiénes se han hecho cargo de la crianza de esos jóvenes.
Por otra parte, si la procreación y la filiación podrían aparecer como categorías disociadas, ¿por qué caminos la vida de David se une a la de estos jóvenes ubicándose como si fuera su padre? ¿Prima aquí un criterio biológico de comprensión de la paternidad, entendiéndola en sentido únicamente genético y no simbólico?
Sería interesante desarrollar más la historia del filme para poder ahondar en esta discusión.
Desde una posición biológica, la determinación de la paternidad es el resultado del ADN, el padre es el que aportó el material genético. Parece ser esta la lectura en la que se ubica el filme, ya que no hay cuestionamiento respecto de esta posición. (1)

ASPECTOS JURÍDICOS
Varias de las secuencias abordan la cuestión jurídica que se suscita con el caso, advirtiéndose que en el juicio se ventilan dos derechos fundamentales: el derecho a la identidad (de los jóvenes que desean conocer sus orígenes y la información genética de quien ha sido el donante de esperma) y el derecho a la privacidad (de quien ha sido el donante).
Esto coincide con la postura de dos corrientes doctrinarias: la corriente italiana y francesa sostiene que debe mantenerse el anonimato del donante de gametos, a efectos de dar seguridad acerca de que más tarde no tendrá que enfrentar acciones filiatorias, y consecuentemente alimentarias o sucesorias, protegiendo su derecho a la intimidad y privacidad. La otra corriente del Derecho, correspondiente a la española, alemana y norteamericana, sostiene que por sobre el anonimato prevalece el derecho del hijo a conocer su procedencia biológica y la identidad de sus padres genéticos, sin que tal conocimiento genere responsabilidades filiatorias, personales, patrimoniales o de cualquier otra índole.
Es interesante destacar que “la tradición indicó siempre que el donante de esperma es, por definición, anónimo. Ahora bien, a partir de la experiencia argentina en materia de restitución de niños, esta evidencia comenzó a flaquear. ¿El principio del derecho a la identidad?, que permite a todo ser humano conocer sus orígenes, entra en contradicción con el derecho al anonimato del donante de esperma” (3).

LA RESPONSABILIDAD POR LA PATERNIDAD
Después de un fundado y comprensible rechazo inicial, David termina asumiendo la responsabilidad por estas 142 personas que quieren conocerlo, sin repensar la función de la clínica en la distribución del esperma donado.
¿Cómo se produce este movimiento? Esperando convencerlo, los 142 denunciantes le envían, a través de su abogado, un sobre con los perfiles de cada uno de ellos, acompañado por una foto y un breve texto de actividades y gustos de cada uno de los jóvenes.
Cuando recibe el sobre, David señala: “no son mis hijos”. Sin embargo, luego en un momento de soledad y reflexión comienza eligiendo un perfil al azar al que le siguen otros, y así va conociéndolos de a uno. Protege su identidad y no se presenta con su seudónimo, pero tampoco se mantiene al margen de sus vidas. Se involucra con ellos a la manera de un “ángel guardián”, según sus propias palabras.
Uno de ellos trabaja como encargado de un bar y lo atiende malhumorado porque tiene que ir a una audición para un papel en teatro. David se ofrece a reemplazarlo, dándole además las llaves de la camioneta del reparto de la carnicería. La explicación que le da al muchacho parece ser relativamente simple: “por la satisfacción de saber que he ayudado a alguien a triunfar en la vida”.
En el siguiente encuentro, se hace pasar por repartidor de pizza para ver a una chica que termina drogándose con metadona y convulsionando. David la lleva al hospital, en donde ella miente y dice que es su padre, para que pueda firmarle el alta. La médica es clara en su recomendación: hay un lugar disponible para rehabilitación, y que “por amor a su hija”, “debería decirle que la quiere y que no firmará su alta”. David escucha a la joven, quien le dice que no quiere quedar encerrada porque va a estar rodeada de gente que se droga, tendrá una recaída y perderá su trabajo, y es sincero con ella cuando firma su alta: “en mi vida, suelo tomar decisiones muy, muy malas. Me gustaría que me mostraras que esta vez no tomé otra mala decisión”. Ella le agradece llamándolo “papá” de manera cómplice, y al día siguiente David chequea que se presente en el trabajo a las ocho de la mañana como había prometido.
David señala a su amigo: “me he dado cuenta de que es imposible ser padre de 533 niños. Pero es posible ser su ángel guardián”. Acto seguido, vuelve a enunciar confusamente los roles y las funciones: “Yo soy el genitor, ellos son mi responsabilidad”. En este sentido, sigue dando lo que tiene, su buena voluntad. Para convertirse en padre deberá dejar de dar lo que tiene y empezar a dar lo que no tiene.
Este filme nos invita a reflexionar acerca de la responsabilidad subjetiva, más allá de la responsabilidad jurídica, en relación a la paternidad que encarna David. El entrecruzamiento de las historias que surgen a partir de la noticia del embarazo de Valerie y la demanda de 142 jóvenes que desean conocer su origen biológico y la identidad de quien ha sido el donante de esperma, nos permite pensar que la reacción paternal, a la manera de un “ángel guardián” con los jóvenes, se da como reflejo de su otra situación con una de sus hijas, en la que David está puesto a prueba como alguien maduro y responsable, capaz de convertirse en padre.


Título: Una familia numerosa
Título original: Delivery Man
País: Estados Unidos
Año: 2013
Estreno en la Argentina: 27 de febrero de 2014
Director: Ken Scott
Música: Jon Brion
Guión: Ken Scott y Martin Petit (sobre el guión original de Starbuck, Canadá, 2011)
Intérpretes: Vince Vaughn, Chris Pratt, Coble Smulders, Andrzej Blumensfeld, Simon Delansy, Bobby Moynihan, Dave Patten, Adam Chandler-Berat, Britt Robertson
Color: color
Duración: 105 minutos
Género: comedia-drama
Productora: Dremworkx

Referencias
1.- Cambra Badil, I y Ormart, E: La bioética en el escenario de las tecnologías de reproducción humana asistida. Rev. Med. Cine 2014; 10 (4):164-173.
2. Klednicki A: Un deseo que no sea anónimo. Tecnologías reproductivas: transformación de lo simbólico y afectación del núcleo real. En: Michel Fariña y col. La encrucijada de la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución de niños. Buenos Aires, Lumen/ Humanitas, 2000, pág. 210.
3. Michel Fariña, JJ: La inseminación artificial con donante: un comentario en torno a la Noche Transfigurada. En: Michel Fariña y col. La encrucijada de la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución de niños. Buenos Aires, Lumen/ Humanitas, 2000, pág.165-178.

* El autor agradece el valioso aporte de Cambra Badil, I y Ormart, E: (ref.1).

 

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