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Antes
de avanzar en esta tercera parte de
la nota iniciada en noviembre de
2014, les recuerdo que este
comentario se fundamenta en la
premisa que sigue: Una buena
definición proveniente del concierto
de salud español indica que: “Las
intervenciones para mejorar la
adherencia son un medio para
conseguir los objetivos terapéuticos
con el fin último de mejorar el
control de la patología y calidad de
vida de los pacientes” [Junio de
2014 - Vera Áreas del Águila.
Facultativo adjunto. Hospital
General Universitario Ciudad Real.
El Médico Interactivo]
Continuando con lo expresado
anteriormente, la autora hace
hincapié en que:
REFLEXIONES DE HOY Y PARA EL FUTURO
1. “La adherencia es
importante para la salud,
busquémosla en los planes”.
Disminuir la morbimortalidad
relacionada con la adherencia a los
tratamientos para contribuir a la
sostenibilidad del sistema sanitario
pasa, irremediablemente, por un plan
de acción que mejore de la
adherencia.
2. “El punto de mira:
mejorar el resultado. Invertir ahora
para ganar luego”.
Las intervenciones para mejorar la
adherencia son un medio para
conseguir los objetivos terapéuticos
con el fin último de mejorar el
control de la patología y la calidad
de vida de los pacientes.
Mejorar la adherencia puede aumentar
los gastos de Sanidad a corto plazo,
por la dedicación de los
profesionales sanitarios y por el
incremento de gastos en
medicamentos, y pueden afectar a la
autonomía del paciente ya que
requieren su consentimiento.
Pero, sin lugar a duda, supone
ahorros potenciales directos e
indirectos que superan con creces
algunas de las medidas de contención
del gasto que se ponen en marcha.
Mejorar la adherencia evita costes
directos debido a que los fracasos
terapéuticos provocan la
intensificación de los tratamientos,
la realización de pruebas
innecesarias y, en ocasiones,
incluso el cambio de estrategia
terapéutica por otra menos eficiente
así como el incremento de los
efectos indeseados que el régimen
recomendado trata de reducir al
mínimo. Pero también evita costes
relacionados con la pérdida de
productividad por los días de baja
laboral y los años de vida
productivos perdidos a causa de una
muerte prematura.
3. Bases para mejorar la
adherencia: “la voz del paciente”
-
Fortalecer la relación con el
paciente, favoreciendo la
confianza para que exprese
abiertamente sus creencias,
dudas, preocupaciones (sobre la
enfermedad y el tratamiento) o
dificultades para adherirse a
las recomendaciones de
tratamiento que se le proponen y
pueda asumirlas como suyas. Esto
permite reconocer a los
pacientes que no están
preparados para recibir el
tratamiento.
-
Buscar el acuerdo: Hacer
sugerencias mejor que
prescripciones.
-
Hablar
y escuchar al paciente, sin
juzgar sus preferencias.
-
Ayudar al paciente a tomar las
decisiones basándose en los
posibles riesgos y beneficios.
-
Ofrecer alternativas.
-
Aceptar que el paciente, una vez
informado, tiene derecho a
decidir no seguir nuestras
recomendaciones.
-
Si acepta, comprobar que
realmente está de acuerdo.
l Optimizar la comunicación con
el paciente, mediante la
empatía, sinceridad y confianza.
4. “Yo puedo mejorar la
adherencia: es cosa de todos”
La adherencia es multidisciplinar:
Si la adherencia al tratamiento es
multifactorial, debe dar cabida a
los múltiples profesionales que
trabajan con el paciente cooperando
en programas específicos.
El paciente: “actitud
proactiva”.
-
Participando en la toma de
decisiones, se responsabiliza
del plan terapéutico ya que
aumenta su percepción de control
sobre la enfermedad.
l Incorporando el autocuidado,
realizando actividades que
ayuden a mantener una buena
salud física y mental.
La Administración sanitaria:
“las bases”.
-
Formando a los profesionales en
la adherencia, abordando
simultáneamente:
-
El conocimiento sobre la
adherencia terapéutica,
proporcionando de herramientas
que les ayuden a evaluar e
intervenir en los problemas de
adherencia.
-
El razonamiento, concientizando
a los profesionales sobre la
importancia de la adherencia a
las guías de práctica clínica en
el proceso clínico de toma de
decisiones.
-
La acción, proporcionando
conocimientos que ayuden a los
pacientes a desarrollar
actitudes saludables para
modificar su problemática.
-
Apoyando la coordinación de los
profesionales, estableciendo
sistemas de intercambio de
información, sobre todo cuando
requiere de la participación de
profesionales de distintos
niveles asistenciales
socio-sanitarios.
-
Facilitando la continuidad de la
atención: los pacientes
demuestran mejor comportamiento
de adherencia terapéutica cuando
reciben atención del mismo
profesional con el transcurso
del tiempo.
-
Facilitando la comunicación con
el paciente para que participe
en su salud, a través de
contactos telefónicos y de la
telemedicina.
-
Impulsando programas de mejora
de la adherencia, con el
seguimiento a través de
indicadores específicos que
repercutan en el desempeño y los
resultados del proceso
asistencial.
-
Reduciendo algunas barreras de
acceso a medicamentos que
contribuyen a mejorar la
adherencia, como las
combinaciones fijas de fármacos
“Dos mejor que uno, no siempre”.
El médico: “el plan
terapéutico”.
-
Mediante una prescripción
razonada y adecuada a las
características del paciente:
minimizando el número de
fármacos prescritos,
simplificando la pauta
posológica, discutiendo con el
paciente sobre posibles
alternativas de tratamiento.
-
Asegurándose de que el paciente
comprende la relación entre su
conducta, su salud y su
enfermedad: explicándole el
problema, qué se espera del
tratamiento, cómo puede
identificar su eficacia y las
consecuencias de no recibirlo.
El farmacéutico: “el
seguimiento farmacoterapéutico”.
-
Identificando, solucionando y
previniendo los problemas
relacionados con los
medicamentos y los resultados
negativos asociados a la
medicación del paciente.
-
Evaluando la adherencia e
informando al equipo de los
pacientes con baja adherencia
para valorar acciones conjuntas
de mejora.
-
Modificando el comportamiento
del paciente para recordar la
toma de medicación: sistemas
personalizados de dispensación.
Enfermería: “ el plan de
cuidados”.
-
Implicando a la familia
especialmente en los casos de
personas mayores que viven
solas, con deficiencias
cognitivas y merma de las
capacidades.
-
Reforzando al paciente para que
mantenga su conducta.
-
Formando en salud: promoviendo
de estilos de vida saludables
que favorezcan el autocuidado.
La industria farmacéutica:
“apuesta de futuro”.
•Investigando
para innovar en nuevos fármacos o
formas farmacéuticas que reduzcan la
frecuencia de posología diaria
necesaria, faciliten una vía de
administración más sencilla, con
dispositivos que ayuden a medir de
forma objetiva la adherencia
-
Incluyendo programas de
adherencia en los planes de
marketing basados en sistemas de
apoyo que ayuden al profesional
sanitario a informar sobre la
enfermedad y el tratamiento, y
al paciente a recordar las
tomas.
-
Propiciando fórmulas de
financiación que contemplen la
adherencia como un factor
determinante para asegurar los
resultados del tratamiento.
Las asociaciones de
pacientes: “el punto de apoyo”.
La familia y el cuidador:
“el apoyo cercano”.
-
Su rol es fundamental en
aquellos pacientes más
vulnerables, como pueden ser los
niños, los ancianos, los que
sufren alguna discapacidad.
-
Ejerciendo un seguimiento sobre
el tratamiento de la patología,
asistencia a las citas, hábitos
de vida saludables.
El trabajador social: “el
apoyo de la comunidad”.
5. “Para mejorar: sumemos”
No hay una intervención específica
que puede ser recomendada para todos
los pacientes, porque los factores
que influyen tampoco son los mismos.
Individualizar la intervención,
adaptándola a las circunstancias y
dificultades concretas del paciente
en cada caso.
Con la evidencia disponible no se
puede afirmar que una intervención
sea mejor que otra. La combinación
de intervenciones parece la mejor
estrategia.
REFLEXIONES FINALES
-
Adherencia integral,
considerando al paciente como un
todo, teniendo su salud y su
bienestar social, transformando
la relación jerarquizada en
relación de igualdad, pasando de
la atención aislada a la
continuada, en la que no hay un
paciente hospitalizado, un
paciente externo, un paciente
ambulante o un paciente en su
domicilio sino un solo paciente
siempre atendido a lo largo de
su vida, que cada vez es más
larga, y a lo largo de los
diferentes procesos de
enfermedad y discapacidad.
-
Adherencia integrada, en la
actividad rutinaria de cada
profesional del equipo de salud,
en los diferentes niveles
asistenciales, asignado a cada
profesional su papel con un
protocolo de trabajo sobre
adherencia común; compartiendo
la información integrándola en
la historia clínica como parte
de la prestación sanitaria que
se realiza para asegurar la
continuidad asistencial y
garantizar el seguimiento del
paciente.
Esta serie concluye aquí, no así
el problema que viene creciendo
y diseminándose en un mundo
globalizado cuyos sistemas de
salud permanecen aislados por
razones políticas que poco y
nada tiene que ver con la
medicina ni con ciencia alguna.
Aun cuando la Industria
Farmacéutica diga que vende cada
vez más, la realidad es que cada
vez son menos los pacientes que
tienen acceso real a las
indicaciones terapéuticas
médicas. Lo cual indica que
recién estamos abordando la
punta del iceberg.
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