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De cara a las elecciones
presidenciales de octubre, referentes del sector de la
salud reflexionan sobre los temas y las problemáticas
que deberían integrar una agenda que guíe políticas y
acciones. Así lo hicieron Luis Scervino, Hugo Magonza y
Javier Vilosio, quienes destacaron la importancia de
pensar el sector a largo plazo, de generar estrategias y
de integrar.

Una
preocupación aqueja por igual al sector público, a la
seguridad social y al sector privado: la salud raramente
forma parte de las agendas políticas de los candidatos.
Esta es una realidad que, por supuesto, conlleva muchas
desventajas para el sector: sus problemáticas quedan
invisibilizadas y no se avanza hacia una estrategia
general para la salud. Es por eso que resulta vital
discutir qué temas deberían integrar una agenda
presidencial en salud. En el marco de las 13as Jornadas
Federales y 12as Internacionales de Política, Economía y
Gestión del Medicamento y de las II Jornadas
Profesionales Farmacéuticas, fue justamente estas
cuestiones las que abordaron Luis Scervino,
Vicepresidente del Instituto de Investigación Sanitaria
de la Seguridad Social, Hugo Magonza, Presidente de
Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas
(ACAMI), y Javier Vilosio, representante del Grupo PAIS
(siglas de Pacto Argentino por la Inclusión en Salud).
Con la coordinación de Hugo Navarro, Tesorero de la
Federación Farmacéutica (FEFARA), ente organizador de
las Jornadas, la mesa “Una agenda presidencial en salud:
miradas políticas con sustento técnico” dejó en claro
por qué resulta vital que la salud integre una agenda
política y, a la vez, detalló qué aspectos deberían
discutirse: el fortalecimiento de la salud pública, la
universalidad concreta de la cobertura, la evaluación de
tecnologías, el trabajo sobre los índices básicos de
salud y la integración son, según los disertantes,
algunos de los más importantes.
UN PLAN NACIONAL DE SALUD
Fue Hugo Magonza el encargado de abrir la ronda de
diálogo. “En general, la salud le importa a muy pocas
personas: a los enfermos, a sus familiares y a nosotros,
que componemos los equipos de salud”. La
invisibilización del sector en las agendas políticas,
expresó Magonza, es un tema que se viene verificando
hace tiempo. Es por eso que, ya hace doce años, ACAMI
presentó un Plan Nacional de Salud, para el cual
congregó a representantes de todo el país y de los tres
subsectores de la salud: “Después de mucho discutir, nos
dimos cuenta de que los problemas que nos preocupan son
los mismos; sí hay diferentes enfoques, por eso tiene
que haber alguien que funcione de rector de la
actividad: este es un rol que sólo puede ser del
Estado”, afirmó Magonza.
“Es muy difícil convencer a la gente de que la salud es
un tema importante y de que hay que ponerlo en la agenda
diaria y planificarla a largo plazo”. Por eso mismo,
Magonza pasó a explicitar los conceptos básicos que
integran aquel Plan Nacional de Salud ideado por ACAMI.
La cuestión de la universalidad de la cobertura encabeza
la lista: “El mayor esfuerzo que debemos hacer hoy es
lograr que la buena calidad y la cantidad de la
cobertura se extienda a los 42 millones de argentinos”,
enfatizó. Para esto, la solidaridad se presenta como un
rector vital: “No nos imaginamos un sistema no
solidario; nuestro sistema es intrínsecamente solidario,
aun en las entidades privadas. Nosotros proponemos un
plan de modificación gradual del sistema, basándonos en
las cosas que andan bien”. Las acciones que se encaren,
remarcó Magonza, tienen que mejorar continuamente la
situación de los actores de salud.
Un modelo solidario, agregó el representante de ACAMI,
también debe incluir un fondo para enfermedades
catastróficas. “Estoy convencido de que tenemos que
empezar a creer que podemos ser eficientes,
inteligentes, racionales y honestos”. La canasta
prestacional, por su parte, “no puede ser anárquica ni
estar definida sólo por uno de los poderes”, señaló. En
cambio, “tiene que estar incluida en una estrategia
nacional de salud regida desde un órgano director, como
el Ministerio de Salud de la Nación”.
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Principios del
Plan Nacional de Salud
Hugo Magonza, ACAMI
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Universalidad de la cobertura.
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Solidaridad.
.
Calidad.
.
Accesibilidad.
.
Equidad.
.
Efectividad.
.
Integración subsectorial.
.
Implementación progresiva.
.
Alcance federal, con adaptación a las realidades
regionales.
.
Financiado, preferentemente desde la demanda.
.
Sustentable, política y económicamente en el
tiempo.
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La
judicialización de la medicina es otro de los temas a
discutir en una agenda presidencial de salud: “Les
tenemos que dar a los jueces las herramientas necesarias
para que tomen las mejores decisiones para el conjunto
del sistema”. La creación de una agencia de evaluación
en tecnologías sanitarias se presenta como otro de los
puntos clave a encarar. Según señaló Magonza, “la
evaluación tiene que estar en manos del Estado porque no
se puede dejar que los particulares diriman sobre estos
temas”.
En sus conclusiones, Magonza aclaró que “los resultados
no van a ser en el corto plazo”. Sin embargo, advirtió,
“se puede avanzar de forma rápida sobre estos puntos
básicos que venimos discutiendo”. “Lo que tenemos no es
tan malo; tenemos que trabajar para preservarlo y
mejorarlo”.
UN GRUPO, MUCHAS
PROPUESTAS
Javier Vilosio fue el encargado de presentar las
propuestas de Grupo PAIS, un grupo integrado por
profesionales de distinta extracción institucional y
partidaria. “Surgió, comentó Vilosio, para generar un
consenso mínimo sobre las cosas que deberíamos hacer
para mejorar el sistema de salud”. “Lo cierto es que
este es un sector cuyos miembros están atomizados, nos
hemos disgregado con el tiempo” y eso, según Vilosio,
es, en parte, causa de que la salud no aparezca en las
agendas. El primer documento del Grupo surgió en 2012 y
se basó en tres líneas de pensamiento, la justicia, la
beneficencia y la autonomía, y en trece propuestas
concretas.
“El principal problema de nuestro sistema de salud es la
inequidad”, afirmó Vilosio. Aunque los valores promedio
no son malos, el problema real se hace visible cuando se
analizan los extremos: “Es ahí donde las diferencias son
intolerables: mientras buena parte de nosotros
consumimos servicios de salud que no necesitamos y que
nos dañan, otros no acceden a cuestiones básicas, ni
siquiera a servicios tan vitales como el agua potable o
la red de cloacas”.
Hoy por hoy, comentó Vilosio, Grupo PAIS está trabajando
en un nuevo documento, en el que se enfatizan proyectos
como el de instaurar seguros provinciales de salud:
“Debemos aclarar, no obstante, que el Ministerio de
Salud, mediante su programa SUMAR, ya está actuando en
este sentido”.
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Propuestas del
Grupo PAIS
Javier Vilosio
1. Configurar una nueva relación
Nación-Provincia.
2. Consolidar una agencia regulatoria de salud
integrada.
3. Jerarquizar problemas de salud para cada
etapa del ciclo de vida.
4. Crear un seguro universal para la cobertura
de enfermedades catastróficas.
5. Construir redes de complejidad creciente y
con responsabilidad nominada sobre población a
cargo.
6. Comprometer al paciente: La salud involucra
derechos y deberes.
7. Procurar una apropiada participación de los
beneficiarios en el sistema de salud.
8. Corregir desigualdades en la infraestructura
y los recursos humanos.
9. Establecer un programa integrado de recursos
humanos en salud que guarde pertinencia con el
perfil epidemiológico del país.
10. Evaluar el desempeño de los financiadores en
función de los resultados de salud obtenidos
sobre la población a su cargo y vincular la
asignación de recursos a compromisos de gestión.
11. Brindar mayor autonomía a los efectores
públicos.
12. Conformar Sistemas Integrados de Salud
Provinciales.
13. Compensar desigualdades en un piso de
atención mediante fondos nacionales.
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Otro
de los puntos salientes del nuevo documento es la
propuesta de integrar el Pami y las obras sociales
provinciales en un marco de funcionamiento conjunto.
Además, el Grupo comparte la idea de un seguro nacional
de enfermedades catastróficas, tanto para las personas
como para las instituciones. En cuanto al PMO, Vilosio
destacó que “tal como está, no es una herramienta
adecuada. Hay que plantear líneas de cuidado para
asegurar el tratamiento en todo el ciclo vital de las
personas”. El representante del Grupo PAIS también
mencionó la necesidad de establecer un método para
regular la oferta tecnológica, “que incluya no sólo
medicamentos y aparatos, sino también los sistemas de
gestión y de información”.
Para finalizar su exposición, Vilosio llamó la atención
sobre un hecho idiosincrático que afecta al sector: “Hay
una capacidad muy nacional nuestra: la de destruir o
empeorar cualquier sistema. No hay ningún sistema que en
la Argentina vaya a garantizar nada si nosotros no
recuperamos como sociedad el valor de la ley, de la
justicia, de la censura social al que delinque, al que
es vivo: porque en materia de salud esas cosas
significan sufrimiento y muerte que podrían evitarse”.
LA SALUD INTEGRAL
Luis Scervino cerró la mesa y lo hizo acercando un
panorama del sector salud desde el Instituto de
Investigación Sanitaria de la Seguridad Social. “Hay
muchas ideas sobre el sistema de salud, pero
diagnósticos hay pocos, por eso nos parece importante
detenernos a pensar un diagnóstico”, adelantó. Para eso,
Scervino empezó preguntándose de qué hablamos cuando
hablamos de salud. “¿Hablamos en términos integrales o
hablamos solamente de atención médica?”. Ese es
justamente el problema, enfatizó: “Los médicos miramos
el sistema de salud sólo a través del ojo del hospital”.
Si, en cambio, nos proponemos encarar el tema de la
salud integralmente, son muchas las problemáticas que
saltan a la vista. El de la mortalidad infantil, por
ejemplo. “Las cifras dicen que el 55% de la mortalidad
infantil se produce por causas evitables y que un 30% de
ese valor se concentra en el quintil más pobre de la
población”, señaló Scervino. A la vez, los valores de
mortalidad infantil varían ampliamente de provincia a
provincia: “Se trata, entonces, de una inequidad
regional, interna, entre las provincias”.
Temas como el de la mortalidad infantil, como el de la
vivienda, como el del deterioro de la educación, el de
consumo de drogas y el de los embarazos adolescentes son
temas que tienen que ver con la salud como concepto
amplio, y no estrictamente con la atención médica,
enfatizó Scervino. “Y, sin embargo, son determinantes
claves para la salud; por eso, cuando hacemos propuestas
tenemos que pensar más allá de la atención médica y
encarar estas problemáticas”. “Mejorar la red de cloacas
o el acceso al agua potable nos va a dar mejores
resultados que cualquiera de las leyes por enfermedad
que nuestros legisladores votaron en los últimos años”,
advirtió.
También, por supuesto, resulta valioso hablar desde la
atención médica. En esta línea, y luego de repasar los
valores de gasto de cada subsector, Scervino remarcó que
“el grave problema que tenemos es que el sector público
es ineficiente; hay que decirlo de una buena vez”. “El
hospital tiene que ser eficiente porque si no es
eficiente no es equitativo”, definió Scervino. Para
lograr la equidad, señaló, es necesario terminar con la
modalidad de “cortar cintas”: “la propuesta que hacemos
desde la seguridad social es que los fondos que nos
tienen retenidos, y que ya damos por perdidos, se
inviertan en trabajar en un plan nacional de gestión e
infraestructura”.
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Temas para una
agenda de salud
Luis Scervino, Instituto de
Investigación Sanitaria de la Seguridad Social
Creación de una Agencia Nacional de
Evaluación de tecnologías.
Identificación de toda la población mediante una
credencial única de la seguridad social.
Desarrollo progresivo de registros digitales.
Fomentar el proceso de acreditación
institucional y hospitalario tanto público como
privado, para los próximos 10 años. Limitar en
el futuro la contratación de la seguridad social
a prestadores no acreditados.
Fomentar la interrelación entre el hospital y
las Universidades, no sólo en el campo de la
medicina, sino también en el de la gestión, la
arquitectura, la investigación, etc.
Orientar la formación de los recursos humanos en
salud en función del modelo: fomentar la
formación y jerarquizar el trabajo del médico
familiar.
Fomentar la “producción nacional” de
medicamentos, en especial biológicos y de alto
costo.
Avanzar hacia una política genuina de
medicamentos genéricos que cumplan con los
requisitos de biodisponibilidad y
bioequivalencias.
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La
integración de la seguridad social y el sector público,
postuló Scervino, será el gran desafió de los próximos
años. “Se puede llevar a cabo, hay que poner al sector
público en condiciones de eficiencia”.
Entre las propuestas del Instituto, Scervino mencionó la
creación de una agencia de evaluación de tecnologías
sanitarias, basada en la evidencia médica. La
identificación de toda la población de la seguridad
social mediante una credencial única, el desarrollo de
registros digitales y la creación de una agencia para la
salud de la primera infancia son otras de las ideas que
surgen del Instituto. Hacia el final, se hicieron oír
los aplausos en la audiencia cuando Scervino presentó
una propuesta central: “Destinar el 30% del presupuesto
de publicidad a la promoción de enfermedades
prevalentes: esta es una herramienta espectacular y
ningún gobierno la usa; tenemos que usarla para
prevención y para ver si podemos generar cambios en los
hábitos de conducta”.
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