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En
el presente artículo y en los que le seguirán en esta
serie de Revista Médicos, se analizarán cinco películas
comerciales con el objeto de mostrar el empleo de
fármacos para usos no terapéuticos o profilácticos, así
como su interés en la docencia de la farmacología.
Se escogen tres situaciones para ilustrar tal uso: la
sumisión química, la inyección letal y la mejoría del
rendimiento sexual. Para la primera situación se
comentarán Buscando a Miguel (2007), Venganza (Revenge,
1990) e Historia de un detective (Murder, My Sweet,
1944). Para la segunda, se analizará Mientras estés
conmigo (Dead Man Walking, 1995) y para la tercera,
Alguien tiene que ceder (Something’s Gotta Give, 2003).
Se concluye que las películas tienen interés para
ilustrar cómo los fármacos pueden emplearse de forma
indebida y permiten analizar los efectos indeseables y
las consecuencias de su empleo.
INTRODUCCIÓN
El empleo de sustancias químicas con potente acción
biológica es una constante en la historia de la
medicina. No siempre su empleo se ha realizado para
tratar o prevenir las enfermedades, y ha sido frecuente
su uso como veneno con intentos homicidas o para usos
recreativos, entre muchos otros. El desarrollo de la
química orgánica y el nacimiento de la industria
farmacéutica durante el siglo XIX favorecieron la
disponibilidad de un amplio número de nuevas sustancias
con múltiples efectos. Entre ellas se contaban los
principios vegetales obtenidos mediante química
extractiva o los resultantes de la creciente química de
síntesis. En el siglo XX la situación progresó hasta
permitir la disposición de un número muy importante de
principios activos. No siempre su empleo se asoció a una
utilización terapéutica tradicional por lo que es común
la expresión uso no médico de los fármacos para definir
la miríada de situaciones en que así ocurre,
especialmente con fármacos psicotrópicos (1).
El uso no médico de fármacos puede clasificarse según
sus objetivos en beneficiosos y no beneficiosos. Entre
los primeros se encontrarían los fines estéticos o
cosméticos, la prevención del envejecimiento, la mejoría
o facilitación del rendimiento psíquico (neuroenhancemento
cognitive enhancement), el incremento del deseo o placer
sexual, la reducción del apetito o del peso corporal, la
mejora del rendimiento físico o del bienestar general,
entre otros. La cara oscura del empleo de fármacos la
constituye su empleo en farmacodependencia, los
envenenamientos propios o ajenos, el dopaje, el uso
inadecuado en veterinaria, la sumisión química, la
ejecución judicial, el terrorismo, la tortura, el
castigo de la disidencia política o religiosa o los
interrogatorios policiales o extra policiales. En este
último grupo, Laurence et al (2) incluyeron el empleo de
fármacos tan dispares como la succinilcolina, los
alucinógenos, el tiopental, los neurolépticos, las
anfetaminas, la apomorfina o la ciclofosfamida.
Más recientemente, el empleo de diversos fármacos, como
las benzodiacepinas, los analgésicos opioides o el
gammahidroxibutirato (GHB), para cometer delitos,
generalmente robos o abusos sexuales, ha llevado a la
creación de las expresiones knock-out drugs , rape drugs
o date-rape drugs para definirlos.
No es habitual que los programas de farmacología
incluyan un análisis del uso no médico de los
medicamentos, excepto las dependencias. A pesar de su
indudable interés toxicológico y forense, raramente se
enseñan sus patrones de uso y la forma de detectar su
empleo, ni se debaten las connotaciones éticas que
suscitan tales prácticas.
Buscando a Miguel
(Juan Fischer - 2007)
Titulo original: Buscando a Miguel.
País: Colombia.
Año: 2007.
Director: Juan Fischer.
Música: Hayes Greenfield, Sebastián Cruz.
Fotografía: Edgar Gil.
Montaje: Juan Fischer, Edgar Gil.
Guión: Juan Fischer, Tomislav Novakovic.
Intérpretes: Luis Fernando Bohorquez, Laura García,
Hernán Méndez, Marcela Carvajal, Pepe Sánchez, Mónica
Gómez, Luis Fernando Montoya, Ana María Kamper, Marcela
Valencia, Blas Jaramillo, Fanny Mikey, Álvaro Rodríguez.
Color: color.
Duración: 110 minutos.
Género: drama, comedia.
Productora: Hidden Eye Productions.
SINOPSIS
Miguel, un hombre joven de familia adinerada, aspira a
ser político, lo que lo lleva a visitar barrios
marginales de la ciudad de Bogotá para realizar su
campaña política. Un día, después de haber estado en uno
de los barrios más pobres, se dirige a un bar donde una
hermosa mujer empieza a coquetear con él y, aprovechando
un descuido, le introduce escopolamina en su copa. Bajo
los efectos de este fármaco, la mujer y su cómplice
aprovechan su estado de indefensión y pérdida de
voluntad para secuestrarlo, robarle y vaciar sus cuentas
bancarias. Miguel logra escapar en un descuido de sus
captores. Pero los azares de la vida lo llevan a
convertirse en un cadáver sin identificación, en un NN,
quien ya en la mesa de autopsia revive, para horror de
un médico corrupto y de sus particulares alumnos.
ANÁLISIS CRÍTICO
La película presenta de forma real una práctica
relativamente común de los delincuentes de algunos
países, como Colombia, para provocar la sumisión química
generada por la escopolamina. En la escena (min. 12) se
muestra la administración de la escopolamina dentro de
la bebida de la víctima y, en los minutos siguientes, se
pueden observar las manifestaciones que produce, entre
los que se destacan la descoordinación psicomotora y la
amnesia.
La escopolamina o hioscina, también conocida
popularmente como burundanga, es un alcaloide tropánico
presente en plantas solanáceas como el beleño blanco (Hyoscyamus
albus), la burladora o borrachero (Datura stramonium) y
otras de los mismos géneros.
Farmacológicamente, es un antagonista de los receptores
muscarínicos M1 del sistema nervioso central y de los
tejidos periféricos como la atropina y, a dosis
suficientes, puede producir marcados efectos en el
sistema nervioso central, como amnesia y descoordinación
psicomotora.
Sus principales usos terapéuticos son el tratamiento de
la cinetosis y la reducción de las secreciones
bronquiales en cuidados paliativos. En el pasado se
había utilizado también asociado a morfina en la
preparación preanestésica. La sobredosis por
escopolamina puede causar delirio y otras
manifestaciones de tipo psicótico, parálisis, estupor y
muerte. La película muestra de forma fidedigna cómo la
escopolamina realiza sus efectos hasta llevar al
afectado a un cuadro de profunda confusión conductual.
Enlaces:
http://www.filmaffinity.com/es/film395083.html
http://www.imdb.com/title/tt0495025
Referencias
1. Mateus JA et al: El lado oscuro de los fármacos en el
cine. Rev Med Cine 2015; 11(2): 87-96.
2. Laurence DR, Bennett PN, Brown MJ. Clinical
pharmacology. 8a ed. New York: Churchill?Livingstone,
1997; p. 149?150.
* El autor agradece el valioso aporte de JA Mateus et al
(ref.1).
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