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Opinión


Médicos Municipales:
Los Pilares de la Salud Pública
Por el Dr. Jorge Gilardi,
Presidente de la Asociación de Médicos Municipales de la CABA

Durante lo que va del año hemos escuchado en muchas oportunidades a decena de políticos hablando de salud pública y del sistema de salud. Muchos lo hicieron desde el desconocimiento, la gran mayoría sin caminar los pasillos de los hospitales cayendo en frases hechas.
Desde hace varias décadas, la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires presenta tenazmente reclamos a los diferentes gobiernos, relacionados con la imperiosa necesidad de establecer una política pública de salud de Estado que trascienda los cambios de administraciones y partidos políticos. Consideramos esta planificación a largo plazo como uno de los pilares fundamentales de cualquier proyecto o plataforma política que intente manejar los destinos del país, debe contemplar las distintas coyunturas sociales, económicas y poblacionales que tiene nuestro territorio.
Por eso nos atrevemos a preguntarnos: ¿Quién conoce mejor que los médicos municipales la situación de los hospitales y, luego, las necesidades y los puntos en los que es imperativo actuar para avanzar?
El punto de partida debe ser una conciencia cabal de la situación que se enfrenta. Por lo tanto, es imperativo que el país se estudie detalladamente y con una visión epidemiológica, así se aseguran recursos económicos, tecnológicos y profesionales en sitios que tienen un requerimiento inmediato por atraso no sólo en las variables mencionadas, sino también en sus condiciones generales de vida y, en particular, educacionales y alimentarias.
La gravedad de un sistema desactualizado es incalculable, y comienza con el error de base de ignorar el hecho de que los escenarios y las situaciones -y en consecuencia las dificultades que se plantean- cambian constantemente. El análisis se hace también necesario en otros términos, es decir, lograr una actualización del funcionamiento del sistema a las necesidades actuales y a la permanente variación y desafío que nos presenta la evolución de la asistencia de la salud y la enfermedad.
Un solo dato sirve para dar cuenta, por ejemplo, de la necesidad del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): más del 60% de los pacientes que se atienden en los hospitales públicos porteños residen en la provincia de Buenos Aires. Entonces, ¿por qué es tan difícil coordinar políticas públicas de salud que favorezcan a toda la población? Una vez más reclamamos que el recurso humano, la tecnología y la estructura edilicia se articulen adecuadamente, complementándose y coincidiendo para que el equilibrio no se rompa.
Por lo tanto, es necesario crear un espacio de trabajo conjunto que aglutine al AMBA y que desde ese lugar se tomen las medidas necesarias para que los pacientes reciban la atención adecuada y que no se malgasten recursos en situaciones que podrían resolverse simplemente con un férreo trabajo organizado.
Después de evaluar la situación y planteado un objetivo, sigue la elaboración de un plan para alcanzarlo. En lo referente a la salud pública, los médicos sabemos cuál es ese objetivo, y queremos y debemos ser parte de la confección de dicho plan y su aplicación. Mucho hemos escuchado opinar a aquellos que creen saber cómo encaminar un sistema, basados en lo aprendido a través de algún curso. Aseguramos que se necesita mucho más que eso, y que la experiencia del equipo de salud es una herramienta irreemplazable. Esta es solo una de las razones por las que exigimos ser parte del crecimiento que nos lleve a dar ese salto de calidad tan esperado.
Asimismo, apuntamos a que la discusión en torno a la demora de un nombramiento, la falta de un insumo, los edificios inapropiados y sin personal que los haga funcionar, las demoras en actualizar y mantener la tecnología, etc., se vuelvan parte de la vieja política. Solucionar estas cuestiones es un requisito ineludible para poder abocarnos de lleno a otras cuestiones.
El futuro está en la discusión acerca de las especialidades críticas, el AMBA, la oportunidad de acceso y la resolución en tiempo y forma de las patologías, la fecundación asistida, las redes y programas que atraviesan las regiones manejadas por médicos formados en la temática, el refuerzo del accionar de los hospitales psiquiátricos, las adicciones, la duración óptima de las guardias, entre otros temas.
El trabajo bien orientado en estas áreas no sólo repercutirá en la mejora de las condiciones y medioambiente de trabajo sino que aumentará la calidad de atención al paciente, que, recordemos, debe ser el eje fundamental de cualquier política pública que se quiera implementar.
Estos desafíos que deben enfrentar los gobernantes ya elegidos deben ser tomados como parte prioritaria de sus plataformas de gobierno. La salud pública es un derecho que día tras día debemos cuidar y fortalecer. Nosotros, los médicos, ponemos todo nuestro saber y experiencia al servicio de la salud pública de calidad que es parte de esa Argentina que todos soñamos.
El camino es largo y arduo, y por eso queremos participar y discutir pensando y comprometiéndonos con el hecho de que en cada esfuerzo de nuestra lucha diaria está el germen de la salud pública del futuro.

 
 

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