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En los pacientes que padecen diabetes tipo 1, el sistema
inmune ataca al páncreas, dejando a los pacientes sin su
capacidad natural para controlar la glucemia. Estos
pacientes deben monitorear cuidadosamente sus niveles de
glucosa en sangre, midiéndolos varias veces por día e
inyectándose insulina para mantenerlos dentro de rangos
normales. Sin embargo, resulta difícil alcanzar el
control preciso de la glucemia, lo que lleva a los
pacientes a enfrentarse con varios problemas médicos a
largo plazo. (1)
Muchos investigadores creen que un mejor tratamiento de
la diabetes sería reemplazar las células de los islotes
destruidas por células sanas que pudiesen llevar a cabo
el monitoreo de la glucosa y de la liberación de
insulina. Este enfoque ha sido empleado en cientos de
pacientes, pero presenta un reparo fundamental – el
sistema inmune de los pacientes ataca a las células
trasplantadas, obligando a los pacientes a recibir
inmunosupresores de por vida. (1)
Ahora, según un reciente avance del MIT, el Hospital de
Niños de Boston y varias otras instituciones pueden
ofrecer una forma de que se cumpla la promesa de
trasplante de células de los islotes. Los investigadores
han diseñado un material que puede ser utilizado para
encapsular los islotes humanos antes de trasplantarlos.
En pruebas efectuadas en ratones, mostraron que estas
células humanas encapsuladas podrían curar la diabetes
por hasta seis meses, sin provocar respuesta inmune. (1)
Aunque se requieren más estudios, este enfoque “tiene el
potencial de proporcionar a los diabéticos un nuevo
páncreas protegido del sistema inmune, que les
permitiría controlar su glucemia sin fármacos” dice
Daniel Anderson, Samuel A. Goldblith Associate Professor
en MIT’s Department of Chemical Engineering, miembro del
MIT’s Koch Institute for Integrative Cancer Research and
Institute for Medical Engineering and Science (IMES), e
investigador del Departmento de Anestesiología en el
Boston Children’s Hospital. (1,2)
Desde la década de los 80 del siglo pasado, el
tratamiento estándar para los pacientes diabéticos ha
sido a base de inyecciones de insulina producida por
bacterias genéticamente modificadas por bioingeniería.
Si bien resulta efectivo, este tipo de tratamiento
requiere un gran esfuerzo por parte del paciente y puede
originar amplias variaciones en los niveles de glucemia.
Hace algunos años se desarrolló una forma para preparar
trasplantes de células de islotes previamente
encapsuladas. Se comenzó explorando derivados químicos
de alginato, un material originalmente aislado de un
tipo de algas. Se pueden preparar geles de alginato para
encapsular células sin dañarlas y permitiendo que
moléculas de azúcar y proteínas la atraviesen, haciendo
posible que las células de su interior perciban y
respondan a señales biológicas.
No obstante, la investigación previa ha mostrado que
cuando se implantan las cápsulas de alginato tanto en
primates como en seres humanos, se desarrolla un tejido
cicatrizal alrededor de las cápsulas, volviendo
inefectivo todo el procedimiento, de modo tal que se
decidió intentar una modificación en el alginato para
hacer que fuese menos probable que provocase tal tipo de
respuesta inmune.
Después de crear una base de casi 800 derivados de
alginato, los investigadores llevaron a cabo varias
rondas de pruebas en ratones y en primates no humanos.
Uno de los mejores, conocido como dióxido de
triazol-tiomorfolina (TMTD, por su nombre en inglés),
fue elegido para ser estudiado más profundamente en
pruebas en ratones diabéticos. Para ello eligieron una
cepa de ratones con fuerte sistema inmune e implantaron
células de islotes humanos encapsuladas en TMTD en el
espacio intraperitoneal.
Después de su implante, las células inmediatamente
comenzaron a producir insulina en respuesta a las
variaciones de la glucemia y pudieron mantener sus
niveles bajo control a lo largo de todo el estudio, 174
días.
Referencias:
1. Trafton A: No more insulin injections? Bioscience
Technology, 26/01/2016.
2. Anderson D y col.: Long-term glycemic control using
polymer-encapsulated human stem cell–derived beta cells
in immune-competent mice. Nature Medicine. 27 Jan 2016.
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