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El II Congreso de Salud de los
Trabajadores que tuvo lugar en abril último, fue el
marco ideal para que especialistas técnicos,
funcionarios de la nueva gestión y dirigentes sindicales
reflexionaran sobre las problemáticas que más aquejan a
la Seguridad Social y acercaran sus propuestas.

El
Salón Blanco de Parque Norte colmó su capacidad el
pasado 7 de abril, cuando dirigentes y profesionales del
sector de la salud se reunieron a debatir sobre el
presente y el panorama futuro de la salud en nuestro
país. Bajo el lema “Gestión y Financiamiento: el Desafío
para la Salud de los Argentinos”, el Segundo Congreso de
Salud de los Trabajadores, organizado por el Instituto
de Investigación Sanitaria de la Seguridad Social
(IISSS), contó con la participación de destacados
representantes tanto de la nueva gestión de gobierno
como de la Seguridad Social, que reflexionaron sobre las
disyuntivas que surgen ante la falta de financiamiento,
como así también sobre el PMO y sobre los recursos
retenidos en el Fondo Solidario.
El encuentro quedó inaugurado con las palabras del
Presidente del Congreso, Doctor Alfredo Stern, y con las
reflexiones del Ministro de Salud de la Nación, Doctor
Jorge Lemus. Stern desarrolló su exposición bajo una
premisa clave: “Entender la salud como un derecho humano
y una de las obligaciones de nuestro sector”. Lemus, por
su parte, dejó en claro que “necesitamos políticas de
diálogo entre los tres subsectores”.
Más tarde, tuvo lugar un panel que pensó la Salud como
Política de Estado: expusieron el Licenciado Sergio
Cassinotti, de COSPRA, el Doctor Carlos Regazzoni,
Titular del Pami, y el Superintendente de Servicios de
Salud, Doctor Luis Scervino. Cassinotti presentó los
resultados de las investigaciones realizadas por el
Observatorio de la Seguridad Social Provincial.
Regazzoni, por su parte, presentó los desafíos que
encara su gestión, mientras que Scervino enfatizó la
importancia de que la S.S.Salud haga hincapié en la
coordinación y asistencia del sector de la Seguridad
Social.
La mirada desde las obras sociales estuvo, por supuesto,
presente. Así, en la mesa dedicada a la perspectiva
sindical, se dieron cita Carlos West Ocampo, de Obra
Social del Personal de Sanidad (OSPSA), Andrés
Rodríguez, de Unión del Personal Civil de la Nación
(UPCN), Armando Cavalieri, del Sindicato de Empleados de
Comercio (SEC), y José Luis Lingeri, secretario General
del Sindicato de Obras Sanitarias, como coordinador.
Todos coincidieron en señalar la necesidad de generar
criterios racionales para la nómina de prestaciones y
enfatizaron que la libre opción sigue todavía
desequilibrando el sistema solidario. Hicieron énfasis
asimismo en que los recursos retenidos en el Fondo
Solidario deben retornar al sistema.
No faltó tampoco la visión de los técnicos: como
representantes del IISSS, el Doctor Gabriel Lebersztein,
Secretario Científico del Instituto, el Doctor Benjamín
Surace, su Presidente, y el Contador Jorge Pellegrini,
Secretario Administrativo, sumaron al Congreso un
valioso enfoque analítico.
GESTIONAR PARA LA SALUD
Luego de presentar al IISSS, que surgió hace tres años
con el objetivo de investigar, capacitar y lograr la
mejora permanente del sistema sanitario, Alfredo Stern,
Presidente del Congreso, fue el primero en tomar la
palabra y se refirió a la presencia pública de la salud,
que muy pocas veces llega a los titulares de los
diarios. “Tal vez no comunicamos adecuadamente;
deberíamos ser más contundentes”, sugirió. Llegó luego
al núcleo de su exposición: “Entendemos la salud como un
derecho humano y como una obligación de nuestro sector”.
Por eso, postuló un compromiso con la salud: “La pobreza
cero es muy difícil de lograr sin salud y educación”.
“Si lo que tenemos que hacer es reconstruir el país,
vamos a necesitar trabajadores sanos”.
Stern
enfatizó la necesidad de recuperar el subsector de la
Seguridad Social, un sector que atiende al 40% de la
población y que funciona “con muchas falencias e
inequidades”. “La inequidad no está en el acceso a la
atención primaria, sino en el acceso a la tecnología en
atención y gestión: aquí nuestro desafío”, señaló. Otro
de los problemas que enfrenta el sector es el de la
falta de financiamiento: “Sin financiamiento adecuado es
difícil que sigamos desarrollando el sistema y que
podamos actualizarnos”. Por eso, Stern dejó planteado un
compromiso central para toda la Seguridad Social:
“Trabajar para una gestión transparente y eficiente y
lograr un sistema de salud equitativo, justo,
sustentable y en beneficio del pueblo”.
“Necesitamos bajar la segmentación del sistema de salud,
sumar vasos comunicantes y políticas de diálogo entre
los tres subsectores; el Estado va a ser el seguro de
los que no tienen otro seguro y esto va a propiciar los
lazos”. Así se expresó el Ministro Jorge Lemus en el
inicio de su presentación. Lograr un mejor
financiamiento, la gestión, la evaluación de
tecnologías, las técnicas de información y la atención
primaria de la salud, adelantó el Ministro, serán
políticas de Estado. Lemus señaló que hay un atraso en
materia de gestión clínica y en procesos de resolución:
“Tenemos que incluir gestión en el sector, lo que
resultaría en mejoras en salud”. Para resolver las
disyuntivas de la financiación es que la gestión se
vuelve crucial: “Tenemos que ser más eficientes: que el
2% del presupuesto nacional que se destina a salud sea
excelentemente usado”.
Uno de los puntos en que se enfocará la nueva conducción
de Salud será la evaluación de tecnologías. Se trata de
un punto clave “ya que complementará la acción de ANMAT
y ayudará a solucionar el tema de la judicialización”.
Lemus señaló que ya hay un proyecto de ley para la
creación de una agencia de evaluación de tecnologías.
Hacia el final, el Ministro remarcó que “la atención
primaria de la salud es un derecho y sigue siendo
nuestro norte”.
SALUD COMO POLÍTICA DE ESTADO
Un marco de regulación
El representante de COSPRA, Cassinotti, expuso los
resultados arrojados por el Observatorio de la Seguridad
Social Provincial. “Se trata de una herramienta para la
gestión, enfocada a igualar las disparidades entre los
prestadores”. En los últimos cinco años, el Observatorio
generó una plataforma interactiva para reunir datos
valiosos sobre los 7 millones doscientos mil
beneficiarios de las obras sociales provinciales: datos
estadísticos como también información sobre precios que
sirvan de referencia.

A través de lo recolectado por el Observatorio, se
observa que una de las problemáticas más marcadas es,
según expuso Cassinotti, la falta de un marco
regulatorio que defina mejor las prestaciones que deben
cubrir las obras sociales provinciales, para evitar así
la judicialización creciente. “Es necesario tener en
claro las reglas del juego y trabajar en conjunto para
no desperdiciar los recursos destinados a las
necesidades que todos compartimos”, afirmó. En este
sentido, se hace crucial “tener un sistema de salud
flexible, que preste atenciones de manera justa y que
incorpore una regulación respetando las diferencias
geográficas”.
Aumentar la accesibilidad
Desde la conducción del Pami, Regazzoni abrió su
presentación advirtiendo que “es claro que hay
cuestiones que el sistema no puede seguir financiando;
en esta línea estamos trabajando”. A nivel macro,
señaló, se constata que la pobreza crece en todo el
mundo y que eso constituye un verdadero desafío para los
sistemas de salud. “Tenemos que corregir las inequidades
y un sistema solidario es la mejor herramienta; no se
puede abolir la pobreza sin abordar los problemas de
salud”. Por eso, afirmó, la gestión del Pami se enfocará
en invertir en salud para promover el desarrollo.
Los desafíos que se encaran son múltiples. Uno, de
carácter financiero: en este sentido, señaló Regazzoni,
es central priorizar: “Lo haremos con criterio
técnico-científico y social porque no podemos usar los
recursos de la salud para financiar negocios”. El
problema del padrón constituye otro frente de desafíos
puesto que uno de cada tres beneficiarios del Pami nunca
utiliza el sistema: “Tenemos que aumentar la
accesibilidad y desarrollar políticas sanitarias
focalizadas en los grupos que más lo necesitan”, para lo
que es crucial identificar a la población puntual y
“trabajar con ellos desde lo clínico y lo social”.
También es importante invertir en sistemas de
información y “generar inteligencia sobre nuestros
datos”. Hacia el final, Regazzoni puntualizó la
relevancia de un enfoque de integración social para los
beneficiarios del Pami. “Vamos a dialogar y a darles a
los jubilados la mejor Obra Social”.
Nuevos desafíos para la Superintendencia
El Superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino,
comenzó señalando que hay que cambiar el paradigma que
rige la S.S.Salud: “Además de controlar, debe asistir y
coordinar al sector de la Seguridad Social; estamos
abocados a esto”. Entre los desafíos de la gestión
entrante, Scervino puntuó las mejoras en el acceso a la
información acumulada por la S.S.Salud, la puesta en
marcha de una nueva página web en donde toda esa
información sobre los reintegros esté disponible, la
incorporación de la firma digital y el desarrollo del
observatorio de precios, que facilitará además la
publicación de precios de referencia de prestaciones y
productos de alta complejidad. Asimismo, se trabajará en
un registro de amparos y en la revisión del PMO: “Lleva
años sin revisión crítica. ISALUD y IECS (Instituto de
Efectividad Clínica y Sanitaria) se van a hacer cargo de
realizar una revisión, que estará lista en diciembre”,
anunció Scervino.
La nueva gestión, adelantó, también repensará el modelo
de financiamiento desde el Fondo Solidario. Sólo en
2015, el Fondo recaudó más de 16 millones de pesos, del
cual sólo el 49% fue redistribuido automáticamente. El
16% de ese monto está todavía retenido: “Se trata de un
gran incumplimiento de la ley, porque se trata de
recursos de los trabajadores; estamos bastante avanzados
en el trabajo para recuperar esos fondos”, expresó
Scervino. Para resolver el tema, el Superintendente
propone volver al régimen pleno de las leyes 23.660 y
23.661 y que se derogue el decreto 507 de 1993, que “por
un artificio técnico incorporó los recursos naturales
del sector al presupuesto nacional”. Será importante
también, añadió, replantear el financiamiento de las
prestaciones por discapacidad y que los pagos se
realicen directamente desde el Fondo Solidario, como
estipula la ley. “Tenemos muy buen diálogo con el
Ministerio y con la Jefatura de Gabinete y hoy la
recuperación de los recursos del Fondo es una realidad;
en los próximos meses recuperaremos lo retenido en
2015”, afirmó el Superintendente.
LA PERSPECTIVA SINDICAL
El coordinador del panel, Lingeri, abrió la mesa
señalando que el de la Seguridad Social “es un sistema
de salud inédito en el mundo; nadie duda que hemos
cumplido con eficiencia en ocuparnos de la salud de los
trabajadores”. El tema del financiamiento, sin embargo,
se presenta como un peligro creciente: “Estamos
conversando con el gobierno nacional para la creación de
un fondo para los servicios de discapacidad”, señaló.
Remarcó también la necesidad de que lo retenido en el
Fondo “vuelva a las manos de los trabajadores”.
Andrés Rodríguez, por su parte, enfatizó la concepción
amplia que, desde los sindicatos, se esboza acerca de la
salud de los trabajadores: “Buscamos dignificar al
trabajador con acción social, salud, turismo, cultura”,
definió. “El principal elemento del sistema es la
solidaridad y fue atacada muchas veces: la desregulación
alteró el equilibrio solidario del sistema”. Por eso,
Rodríguez sugirió que se necesitan reglas de juego más
claras para que la desregulación no provoque
distorsiones. “También nos proponemos encontrar
respuestas coordinadas entre las propias Obras
Sociales”, agregó: “que la tecnología se use para todos,
aunque esté en manos de algunos”.
Cavalieri subrayó la relevancia histórica de la
Seguridad Social: “En la Argentina, gracias a las obras
sociales y al peronismo, la salud está al alcance de
todos”. El problema, coincidió, es la falta de
financiamiento: “Las obras sociales no tienen ningún
subsidio; hay que buscar nuevos recursos; queremos más
derechos y más coberturas, pero no podemos asumir nuevos
desafíos sin financiamiento”.
West Ocampo postuló los puntos clave para imaginar la
Seguridad Social del futuro. “Esto no se sostuvo por
decisión de ningún gobierno, sino por los trabajadores y
los sindicalistas”. La libre elección, enfatizó, “fue
destructiva para el sector y hubo también complicidades
que, desde nuestro lado, permitieron la ruptura de la
solidaridad”. En el horizonte de los próximos veinte
años, los desafíos estarán encarados, según West Ocampo,
en la incorporación de nuevas tecnologías y en los
esfuerzos para financiarla.
UNA MIRADA TÉCNICA
Con enfoque estadístico, los representantes del IISSS se
ocuparon de pasar revista a tres de las cuestiones que
más preocupan al sector. Surace, Presidente del
Instituto, abordó la opción de cambio y dejó en claro
que dejó un saldo negativo: la inequidad. “De los 7.800
millones que entran por mes al sistema, 3.000 se van al
sector privado”. Surace propuso tres cambios
conceptuales y de legislación: “El primer año el
trabajador debería permanecer en la obra social de
origen; si luego se va, debería dejar parte de su aporte
en el sistema a través del Fondo Solidario; además, la
obra social receptora no debería superar el 20% del
padrón de su actividad; y, por último, los traspasos
deberían realizarse solamente dos veces por año”. En
cuanto al programa SUR, Surace se detuvo en el colapso
burocrático y estableció que se debería “evaluar a
pacientes empadronados por patología y controlar
pacientes, no papeles”. “Estamos convencidos de que la
actual gestión de la S.S.Salud tiene voluntad y
capacidad para generar estos cambios”, concluyó.
Lebersztein se refirió al desactualizado PMO: “Es
antiguo; tiene que ser actualizado permanentemente y
debe ser obligatorio para todos los sistemas de la
Nación”. Además, afirmó que tiene que incluir la
evaluación fármaco-económica y mediciones del impacto en
el presupuesto asignado. “Las coberturas tienen que
tener relación con la capacidad de pago y el
financiamiento debe estar asegurado”, señaló. “Es
imposible encarar las necesidades de cobertura con tan
poco financiamiento: actualizar el PMO significa
actualizar el mecanismo de financiamiento de la
Seguridad Social”, afirmó. En cuanto a los copagos, el
doctor señaló que “hasta que no se reemplacen por otros
mecanismos, hay que actualizarlos”.
De analizar la situación del problemático Fondo
Solidario de Redistribución y Aportes se ocupó
Pellegrini. “El sistema tiene un promedio de $ 635 de
aportes por beneficiario para atender a 3 millones de
personas”, especificó: se trata de un problema que se
agrava especialmente por los aportes mínimos de
monotributistas y empleadas domésticas. “Estamos en
equilibrio inestable; nuestro trabajo es sostener el
sistema: esto requiere trabajo conjunto; con el esfuerzo
de todos vamos a sostener el sistema de forma
solidaria”, concluyó.
UN CONGRESO, TODAS LAS PERSPECTIVAS
El II Congreso de Salud de los Trabajadores también
contó con la participación de importantes especialistas
extranjeros, que presentaron las agencias de evaluación
de tecnologías de sus países: el Doctor Jaime Caro, por
el modelo alemán, el Doctor Iñaki Gutiérrez, por el
modelo vasco, y el Doctor Nick Freemantle, por el modelo
inglés. Con un panel sobre gestión sanitaria, a cargo
del especialista español Vicente Ortún Rubio, y con una
mesa sobre gestión de apoyo financiero, el Congreso
aportó una visión completa y a la vez amplia sobre el
sector, que sirvió para adelantar el futuro de la
Seguridad Social. El doctor Stern, quien estuvo a cargo
del cierre del Congreso, lo dejó en claro en sus
palabras finales: “Se ha sintetizado la visión de la
Seguridad Social, el más eficiente de los sistemas de
salud del país”.
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