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Opinión


La “Tragedia médica” de estos tiemposl

Por el Dr. Héctor Barrios(*)

Un pantalón de primera marca $ 3.200 (u$s 220), un saco –también de primera marca– $ 9.000 (u$s 620), el honorario en CABA y GBA de una consulta médica en una cartilla de un Plan médico $ 75/$ 100 (1) (entre u$s 5 y u$s 7). En este caso, en lugar de decir “no tiene precio” como decía la publicidad, podríamos decir “no tiene valor”.
Tenemos un problema de “precios relativos”. Cuando hablamos de precios relativos hablamos del valor de un bien o servicio respecto al valor de otros bienes y servicios. Por ejemplo, Mario, mi Peluquero –así, con mayúscula– me cobra $ 170 por un corte de pelo. Si tomamos la base del honorario médico por una consulta, digamos que un corte de pelo es prácticamente equivalente a dos consultas médicas. Me parece que no es necesario explicar más al respecto.
Naturalmente, “esto” no nació así. El Dr. Enrique Braun –uno de los fundadores de Medicus y luego fundador de Qualitas– me contaba en una oportunidad que cuando comenzó la medicina prepaga allá por los años 70, el honorario médico que las empresas le abonaban a los profesionales se ubicaba en torno del 70% del honorario privado. “Ese valor –me contaba Enrique– se ubicó luego en torno al 50% luego de que vimos que muchos profesionales que le pagábamos el 70% trabajaban para AMSA por el 50%”. Y así, ese cálculo porcentual quedó estabilizado por años. Podemos decir que era un círculo virtuoso… a todos les iba bien.
Tal vez el quiebre del mercado se produce en los años 90, en donde las empresas prepagas, con SPM –la empresa del Grupo Exxel que resultara de la fusión de TIM, LIFE y GALENO– como iniciadora, comenzara un proceso de negociación y reducción de los honorarios de su cuerpo de profesionales.
Claro que hoy en día todo es más simple. El proceso inflacionario permite la licuación del honorario sin necesidad de negociaciones. ¿La consecuencia? Bajos honorarios, salida de profesionales del sistema, turnos con demoras, consultas breves, etc. etc. y sobre todo una importante insatisfacción en los profesionales.
Es algo que vemos permanentemente en las “Encuestas de Percepción de Calidad” que en Willis Towers Watson realizamos en las compañías, en donde las quejas se centran en las demoras en los turnos, en la salida de profesionales de las cartillas, así como en los comentarios que reciben los pacientes sobre el honorario que los profesionales perciben del sistema.
Naturalmente, salen del sistema los más expertos, los que ya tienen una trayectoria y no están dispuestos a seguir trabajando de esta forma.
Hace un mes atrás realizamos con Stella Sanyan nuestro “Seminario de Administración del Beneficio Médico” que realizamos un par de veces al año. Siempre concurren empresas de primera línea y esta vez no fue la excepción. Lo interesante en esta oportunidad es que casi todos los asistentes refirieron situaciones que reflejan el estado de situación.
Una de ellas –que pareciera que se va extendiendo como práctica– es que muchos profesionales de Cartilla comienzan a cobrar un “arancel especial” por sus intervenciones –siendo tal vez más común entre Obstetras y Cirujanos–. En muchos casos, la práctica está asociada a que en las cartillas figura el nombre del profesional “y equipo”, de forma tal que si el paciente quiere asegurarse la atención con el referente principal, debe abonar un adicional.
Naturalmente las quejas llegan a las áreas de RRHH de las empresas, ya que por un lado al empleado el profesional no le da un recibo por el cobro extra para poder tramitar el reintegro y por el otro resulta obviamente “complicado” al paciente denunciar a la persona que lo va a intervenir quirúrgicamente.
Por supuesto, siempre hay centenares –sino miles– de jóvenes profesionales deseosos de ingresar a las cartillas médicas y más que dispuestos a trabajar por un honorario reducido si éste viene acompañado por volumen.
Obviamente, en el interior del país no ocurre lo mismo. Los Círculos Médicos/Asociaciones Médicas se han encargado de evitar este proceso. Aquí en CABA y GBA, la oferta de médicos en la mayoría de las especialidades es aún abundante y dificulta que las entidades gremiales puedan agrupar dicha oferta.
Es importante aclarar que no todos los operadores de CABA Y GBA están en la misma situación. Hay entidades que han ido incrementando más y mejor el honorario médico, trasladando los aumentos de las cuotas que perciben.
Seguramente, a quienes realizamos Consultoría para las grandes empresas, nos toque comenzar a diferenciar la oferta a partir de estas importantes diferencias.
Alguien me preguntaba recientemente “¿Hasta dónde va a llegar esto?” Buena pregunta amigo lector… buena pregunta.
Para eso, nos sería de suma utilidad si usted nos hiciera llegar su propia información histórica –aunque sea de los últimos 5 años– sobre los incrementos de honorarios que recibió de cada una de las entidades para las que usted trabaja. Y también, naturalmente, teniendo en cuenta que de enero a julio de este año los precios del sector se incrementaron alrededor de un 30%, cuál fue el porcentaje de incremento que usted ha recibido o está próximo a recibir. (Un mail sencillo donde figuren su especialidad, el nombre de las entidades, el año y el porcentual que cada una le otorgó). Confiamos en recibir información para poder continuar dándole la trascendencia que este tema merece.

(1) Base de cálculo: cartilla del Plan más económico de empresa prepaga de primera línea.

Escribanos por favor a: Hector.barrios@willistowerswatson.com o a
Stella.sanyan@willistowerswatson.com

 

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