:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Opinión
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 


 

 

 

 

 

 

 

 

Federación Farmacéutica

 

 

 

 

 
 

 

:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
  

Opinión


Incrementos de precios en la salud
corporativa y calidad de servicios

Por el Dr. Héctor Barrios(*)

Como siempre hago cuando entro a un buscador de hoteles o restaurantes, lo primero que quiero es que el sistema me ordene por el nivel de satisfacción de las personas que estuvieron allí. Naturalmente, luego miro precio, fotos y detalles importantes como la distancia entre el hotel y la ciudad que voy a visitar. Después me concentro en leer un mínimo de 15 a 20 opiniones. En general el sistema no me había fallado nunca. Pero en mi último viaje me sorprendieron dos cosas: en muchos restaurantes de Bari, Italia, había un cartel en contra de la empresa más conocida de buscadores, diciendo que allí no “comulgaban” con el sistema por el falseamiento de datos que había. Me sorprendió.
Mi sorpresa no duró mucho. Llegué al B&B que había elegido en una pequeña ciudad que se llama Matera, en La Puglia. En general nunca tomo B&B, pero éste tenía una ubicación privilegiada, fotos excelentes y sobre todas las cosas una Calificación 9.8 de más de 200 opiniones. Para comenzar el “Parking en el establecimiento” se transformó en que la esposa del dueño del lugar me cedió su espacio en la calle donde tenía estacionado su auto. Seguido a eso, el B&B se transformó en un Departamento… en un segundo piso por escalera. Y para rematarla, la cama estaba en un altillo y el baño abajo… ¿Los dueños? ¡Unos italianos geniales! ¡Más simpáticos y agradables imposible! El tema es: ¿quién calificó esto 9.8?
Lo mismo temo que nos esté pasando con las entidades que cubren la salud. ¿Quién califica su nivel? ¿Con qué parámetros nos guiamos para decir que “esta entidad es la mejor” y “aquella no tanto” …? ¿Cuáles son los parámetros que tomamos para definir el nivel de la calidad médica de las instituciones? ¿Cuánto sabemos del nivel de honorarios que cada entidad le paga a su red de profesionales contratados?
Sobre todo, a nivel Corporativo, este año se ha producido una importante brecha en la financiación que las empresas realizan para la compra de sus planes médicos. En efecto en el año 2015 los incrementos salariales -y por lo tanto los aportes y contribuciones que generan para financiar los planes- estuvieron en promedio entre el 30% y el 32%, en tanto los incrementos promedio de los precios del sector corporativo estuvieron entre el 30% y el 34%. Es decir que la brecha entre los incrementos de ambos indicadores, el año pasado no fue de importancia.
Pero este año 2016, mientras los aumentos de la medicina prepaga estuvieron en el orden del 40% al 45%, los incrementos de salarios en el sector corporativo sólo llegaron al 33/35%, es decir que la brecha alcanzó un valor significativo.
Ahora bien, imagine este impacto en la mayoría de las empresas, en donde el año no ha sido bueno desde la rentabilidad esperada y en donde en muchos de los sectores no se está llegando a cumplir con los Presupuestos de Ventas. Más aún, en aquellas empresas que han tenido que reducir estructuras y gastos (ni mencionar aquellas en donde la crisis hizo particular presencia como petroleras, automotrices, etc.).
Inevitablemente ese “gap” ha tenido que ser cubierto con un Presupuesto ya exiguo y que crea interrogantes de cara al futuro.
Muchas de estas empresas comienzan a plantearse la posibilidad de migrar de su actual cobertura médica y consecuentemente la consulta que se genera es “¿a dónde ir?”.
Y en esa dirección, quienes hacemos Consultoría tenemos una gran responsabilidad en el análisis y las recomendaciones. Y un camino que deberemos recorrer a futuro inevitablemente es un análisis diferenciado de la “percepción” que los usuarios y el mercado tienen de cada uno de los operadores por un lado y por otro, distintos temas técnicos que deben ser necesariamente mensurados.
En esta materia, en la Argentina no contamos aún con dos elementos que son públicos en otros mercados: resultados y siniestralidad. De tal forma, debemos analizar otros indicadores que puedan estar disponibles.
En un sistema en donde las cartillas cuentan con similares planes de cobertura, prácticamente con las mismas Clínicas y Sanatorios, casi los mismos lugares de Diagnóstico y listados de Farmacias, pensamos entonces que los profesionales médicos que integran las cartillas pueden orientarnos para la construcción de indicadores técnicamente objetivos e “incuestionables”.
Y, sin duda alguna, el nivel de Profesionales, los honorarios que las entidades les abonan y sus plazos de pago deberían ser un diferenciador para calificar a los operadores.
Los médicos, amigo lector, han sido y serán siempre el capital más importante de esta actividad. Nosotros mantendremos esa idea central… ojalá que el mercado también 

 

SUMARIO

 

Copyright 2000-2016 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos