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Las Obras
Sociales de Dirección nucleadas en
la Federación Argentina de Obras
Sociales de Personal de Dirección
(FAOSDIR) son 22 instituciones que,
cubriendo la totalidad del
territorio nacional desde hace más
de 40 años, cubren con excelencia el
cuidado de la salud para sus
beneficiarios que superan
ampliamente el millón de personas.
Brindan sus prestaciones médico
asistenciales a través de más de 20
mil prestadores tanto
institucionales como individuales,
con los mejores recursos
tecnológicos y de elevadísimo nivel
profesional y técnico. Cabe destacar
que nuestro cometido lo realizamos
administrando recursos de la
Seguridad Social, en todos los
casos, como organizaciones sin fines
de lucro.
Pero, si nos preguntamos, ¿Qué es la
salud para el beneficiario?
En forma inmediata obtendríamos como
respuesta, “La salud es un derecho
humano e individual de gozar de un
estado de completo bienestar físico,
mental y eventualmente social,
después de haber neutralizado las
causas y consecuencias de posibles
afecciones o enfermedades”. Este
concepto nos determina un universo
de necesidades que difícilmente
podríamos delimitar, obligándonos a
generan un sinfín de acciones para
intentar satisfacerlas. Pero este
desafío se debe convertir en una
fuerza motivadora que nos permita,
atenderlas en un marco de eficiencia
y eficacia mediante tratamientos y
pruebas diagnósticas, y lo más
importante con la calidez humana que
brinde la contención necesaria que
los casos de enfermedad requieren.
En nuestras organizaciones esta
consigna es permanente y se pone
especial énfasis en cualquiera de
las formas que el beneficiario se
relaciona con su Obra Social; es
fundamental el trato que se le
brinde para que sienta que él es lo
más importante para nosotros y que
estamos para procurar superar, de la
mejor manera sus problemas de
enfermedad.
Esta búsqueda permanente de una
atención cada vez mejor y más
personalizada, se ve reflejada en el
reconocimiento permanente de
nuestros beneficiarios a raíz de los
servicios que recibe. Porque nuestra
trayectoria, en este sentido, es
nuestro mejor aval, es el camino que
supimos recorrer y los escollos y
dificultades que pudimos sortear.
Nuestra tarea la realizamos con
responsabilidad, profesionalismo y
transparencia, lo que nos llena de
satisfacción y orgullo. Pero es
importante saber que el camino a
recorrer siempre impone el reconocer
que debemos desarrollar un esfuerzo
cada vez más importante.
Si bien es intenso el trabajo de las
autoridades en la actualidad, para
mejorar el Sistema Argentino de
Salud, no es menos cierto que se
parte de un severo déficit en su
diseño y funcionamiento. Si a esto
le sumamos situaciones que ya
podríamos definir como
estructurales, que hacen todavía más
compleja la planificación y
ejecución de medidas que den
solución a las dificultades que se
presentan en su conjunto.
Por otra parte, las posibilidades
que hoy nos brinda la ciencia, que
mejora notablemente el resultado de
nuestra gestión en cuidado de la
salud de nuestros beneficiarios, nos
abre nuevos interrogantes de cómo
financiarlas y lograr la más ágil
accesibilidad a las mismas. A modo
de ejemplo, sería innegable decir
que nos llena de alegría y
satisfacción que un sinnúmero de
enfermedades agudas hoy se
convierten en crónicas, permitiendo
una sobrevida mayor y mejorando
sustancialmente la calidad de vida
de quien la padece; que nuevos
métodos de diagnóstico nos permiten
identificar rápidamente y actuar en
consecuencia ante una patología
determinada; que bebés de bajísimo
peso al nacer -prematuros-, hoy
logran desarrollarse normalmente
luego de intensos y prolongados
cuidados recibidos; que nuevos
fármacos curan enfermedades que
antes no se podía, y así podríamos
continuar enumerando un número de
adelantos en materia de promoción,
prevención y restablecimiento de la
salud.
Pero reiteramos grande es la
responsabilidad y el desafío de
hacerlas accesible y viables
económica y financieramente.
De todas formas, y observando que, a
través del camino recorrido, en
estos largos años, hemos acumulado
una experiencia notable,
agiornándonos a las nuevas
realidades y reafirmando nuestra
vocación de servicio dedicada a la
atención de nuestros beneficiarios.
Por último, queremos decir, que
renovamos nuestras esperanzas de que
el Gobierno Nacional nos acompañe y
transformemos el futuro incierto de
hoy, revirtiéndolo con reglas de
juego claras y perdurables en el
tiempo.
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