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Estamos llegando al
momento del año en que
tradicionalmente abordamos la
reflexión sobre los hechos acaecidos
y nos planteamos una primera mirada
global de los días por venir.
La primera reflexión que le surge a
una organización joven como la
nuestra recae sobre su propio
andamiaje, su propia consolidación,
su propio crecimiento. En esa mirada
vemos que CEMPRA, que surgió a la
vida institucional un 14 de febrero
de 2012 suma ya 38 entidades
asociadas, lo que nos hace afianzar
la representatividad a la que
aspiramos desde nuestra fundación
para aquellas pequeñas y medianas
entidades que en todo el vasto
territorio de la argentina facilitan
el acceso a las prestaciones médico
asistenciales de sus afiliados.
La regularidad que hemos sabido y
podido mantener en los periódicos
encuentros a los que asistimos
quienes representamos a las
entidades asociadas, el orden y
pulcritud institucional con el que
se han desarrollado los sucesivos
cambios de autoridades, la
austeridad y transparencia en el
manejo de nuestros recursos, la
realización de distintas
actividades, como ser trabajos de
equipos técnicos, en pos de generar
aportes para la reglamentación de
los distintos temas relevantes
relacionados a la Ley, reuniones de
equipos de auditores de las
distintas entidades, quienes
trabajaron para definir conceptos y
protocolarizar los distintos temas
como ser Oncología, Discapacidad,
Medicamentos de alto costo, etc. ,
generando así una herramienta de
trabajo para las instituciones
adheridas.
El material generado tanto por los
equipos técnicos como los abordados
por los equipos de auditores tienen
también como objetivo ser
presentados ante las autoridades a
modo de aporte colaborativo. La
organización de un próximo evento
que se llevará a cabo durante los
primeros meses del año que comienza,
nos dotan de una legitimidad que
orgullosamente exhibimos.
Si ampliamos nuestra mirada a la
cuestión sectorial vemos con
satisfacción que el primer año de
gestión de las nuevas autoridades
surgidas con el gobierno electo en
el 2015 ha transcurrido en el marco
de un diálogo fluido en el que
además de esta plausible cuestión
formal que celebramos, encontramos
una muy clara comprensión de la
problemática del sector y una
decidida vocación para abordar la
corrección de problemas
estructurales que perturban el
funcionamiento del sistema y tornan
sombría la continuidad de la
actividad.
Así las cosas, el manejo de los
incrementos de cuotas -una fuente
infaltable e inagotable de
conflictos en años anteriores- ha
sido llano y previsible. En un año
en que la economía registra una
reducción de la cantidad de empleo
formal, las empresas de medicina
prepaga debemos de extremar nuestro
ingenio para la retención de
nuestros afiliados y, más difícil
aún, para lograr crecimiento de
nuestra cartera; en este sentido es
que la fluidez en el trato con las
autoridades nos ha permitido
orientar nuestra tensión a
cuestiones propias de la gestión
antes que a tediosas y agotadoras
reuniones con funcionarios.
Nuestra Cámara ha estado
representada también desde la
primera reunión que nos concedieran
los actuales Ministro de Salud de la
Nación y Superintendente de
Servicios de Salud. Aparecieron en
esa temprana agenda temas tan
necesarios y urgentes para la
preservación del equilibrio del
sistema como lo son la evaluación de
nuevas tecnologías, la reformulación
del PMO, la articulación entre los
distintos subsectores de
financiamiento y prestadores de la
salud, etc.
Este horizonte es claramente
alentador y, sin desconocer el
delicado momento que vive la
Argentina tanto en su panorama
general como sectorial tenemos
elementos racionales en los que nos
apoyamos para acompañar la gestión
actual y abordar paulatina pero
eficientemente cada uno de los
resortes fundamentales de la
actividad.
(*) Cámara de Entidades de Medicina
Privada de la República Argentina.
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