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Marta B. tiene 46
años, está casada y tiene dos hijos
adolescentes de 14 y 17 años. La
rutina y la adolescencia de los
hijos le han generado cierto
malestar interior y un mayor grado
de conflictividad en la relación con
su esposo y también con sus hijos.
Leyendo artículos en internet sobre
las crisis de pareja y de familia,
pensó que una consulta con un
Terapeuta no le vendría nada mal.
Pero había un problema: Marta vive
en una ciudad en donde su cobertura
médica tiene tres psicólogas. Una de
ellas fue compañera en el
colegio…jamás haría una consulta con
ella. La segunda se especializaba
solamente en niños y problemas de
aprendizaje y de la última no tuvo
buenas referencias para nada.
¿Viajar? ¿Ir a otra ciudad a
atenderse? Complicado, dejemos las
cosas como están se dijo a sí misma.
Lamentablemente Marta intuía el
camino, pero no encontraba el
“vehículo”, el “como”. Naturalmente,
estaba perdiendo una excelente
oportunidad. La Psicoterapia ha
evolucionado notablemente en los
últimos años. De hecho, se han
desarrollado múltiples modelos
teóricos y nuevas técnicas que
permiten abordar eficazmente la
creciente demanda de problemas con
malestar psíquico en la población.
En perspectiva, en la actualidad los
resultados de muchos tratamientos
son sorprendentes.
La investigación indica que, en la
mayoría de los casos, los
tratamientos Psicoterapéuticos
tienen tasas de mejoría muy
superiores a la mayoría de los
fármacos que se utilizan en medicina
general. Cientos de estudios revelan
que la Psicoterapia ayuda a las
personas a realizar cambios
positivos en sus vidas. Entidades
como la APA (American Psychological
Association) sostienen que, por
ejemplo, aproximadamente el 75 por
ciento de las personas que se
someten a tratamientos de
Psicoterapia reciben algún beneficio
de ésta. Otros estudios demuestran
que la persona promedio que
participa en sesiones de
Psicoterapia, está mucho mejor al
final del tratamiento que el 80 por
ciento de quienes no reciben
tratamiento.
Sin embargo, el mayor desafío para
los Programas de Salud Mental sigue
siendo la falta de accesibilidad. Un
estudio de la OMS, realizado en
varios países de América latina,
refiere que cerca del 80% de las
personas con problemas de salud
mental no tienen acceso a los
servicios de salud. En la Argentina,
una parte de la población, no puede
acceder a la terapia. Entre otros
factores, la falta de tiempo, la
distancia, el transporte, la
inmovilidad por enfermedad y/o el
déficit de especialistas contribuyen
fuertemente a ello.
Sin embargo, nos cuenta el Dr. Pablo
Hirsch, -Psiquiatra, docente, autor
de diferentes libros y publicaciones
de la especialidad, Director del
Centro Privado de Psicoterapias y
quien me relatara el caso de Marta-,
en los últimos años el avance de la
tecnología, ha permitido la
posibilidad de desarrollar programas
específicos de Terapia online. El
auge de estos programas acompañó el
crecimiento exponencial de la
Telemedicina. Países como Australia,
Gran Bretaña o Estados Unidos han
definido como política de estado el
financiamiento y la implementación
de programas de salud general y
mental que incluyan la atención de
pacientes por videoconferencia. La
Terapia online, continúa comentando
el Dr. Hirsch, puede ser
particularmente beneficiosa para
cualquier persona que no puede
físicamente ser capaz de llegar
“físicamente” a un terapeuta. Sin
dudas también puede proporcionar un
recurso para aquellos que viven en
una zona rural donde el profesional
más cercano está a 50 o 100
kilómetros de distancia o bien puede
ser la única opción viable para
alguien que tiene que ver a un
terapeuta que se especializa en el
tratamiento de ciertos
trastornos–fobias, ataques de
pánico, trastornos del comer,
estrés, pos trauma, etc. etc., pero
no hay ninguno disponible dentro de
una distancia cercana.
Una
breve historia de la terapia online
Trabajar a larga distancia con un
psicólogo, psiquiatra u otro
profesional de la salud mental, sin
duda no es algo nuevo. Freud y otros
terapeutas lo practicaban todo el
tiempo hace un siglo, utilizando
cartas de forma regular para
mantenerse en contacto con sus
pacientes. Aunque algunos podrían
argumentar que la comunicación
escrita a mano que tomaba días para
llegar al paciente y eso no podría
ser considerado una “terapia”, el
concepto subyacente no es tan
diferente: Las personas necesitaban
apoyo, orientación y
retroalimentación y eso se podía
proporcionar, incluso, a través del
anticuado servicio postal de la
época.
Nos relata el Dr. Hirsch que con la
llegada de Internet y las
computadoras personales en los
últimos veinte años o más, las
oportunidades para la Terapia a
distancia cambiaron drásticamente.
Comenzando con grupos de autoayuda y
grupos de apoyo online en la década
de 1980, seguido del chat en línea,
hasta llegar a las webcams que
permiten hablar cara a cara a través
de Internet en tiempo real, era
cuestión de tiempo para que la
terapia online también avanzara con
este tipo de servicios -que acercan
cada vez más a las personas, sin
importar distancias físicas.
En cuanto al primer servicio de
salud mental online que existió de
manera oficial, ese honor le
corresponde a la Universidad de
Cornell con el proyecto de 1986:
“Ask Uncle Ezra” (Literalmente:
“Pregúntale al Tío Ezra”). Como “el
primer servicio de ayuda en línea”,
el Tío Ezra se creó originalmente
sólo para los estudiantes
matriculados en la Universidad. Los
estudiantes podrían hacer cualquier
pregunta con total anonimato.
Inicialmente los tipos de preguntas
planteadas eran relativamente sin
importancia, por ejemplo, cómo
obtener un permiso de
estacionamiento y relativas a
cuestiones académicas. No pasó mucho
tiempo antes de que el volumen de
preguntas fue más de lo que una sola
persona podía manejar, por lo que
reclutaron ayuda adicional. Pero el
Tío Ezra fue sólo el comienzo.
Para el año 2000, había en los
EE.UU. por lo menos 200 sitios web
ofreciendo Terapia online y
orientación psicológica. En la
actualidad, ya hay literalmente
miles de grupos de apoyo en línea
disponibles, así como un sinnúmero
de sitios web que ofrecen los
servicios de Psicoterapia.
Ventajas de la Terapia Online
Además de las ya comentadas, señala
el Dr. Pablo Hirsch, la Terapia
online presenta ventajas y también
algunos aspectos claves:
-
Tomar terapia
online puede ayudar a reducir el
estigma y la vergüenza que
impide a millones de personas
buscar la ayuda que necesitan.
Diversas Universidades han
estudiado que las tasas de éxito
son prácticamente iguales a la
terapia tradicional.
-
Da al
interesado una oportunidad de
contactar con una amplia gama de
profesionales de la salud
mental.
-
La facilidad
de acceso (por ejemplo, con la
conexión a Internet desde su
casa, versus manejar o viajar
varios kilómetros), con el
consecuente ahorro de tiempo y
de costos de transporte.
-
Para mucha
gente es menos estresante hablar
con alguien online que en
persona. De hecho, casi todos
los Terapeutas señalan que en la
terapia online la gente es mucha
más directa para abordar sus
problemas.
Puntos claves
para la Terapia Online
Si bien la lista de beneficios es
muy amplia, hay algunos aspectos que
resultan claves en la Terapia
online:
-
Presencia de tecnología
confiable. Es necesario
que el paciente y el profesional
tengan acceso a una buena
conexión de internet y utilicen
una plataforma de
videoconferencia que cumpla con
las normativas establecidas para
seguridad informática. Por
ejemplo, en Estados Unidos –en
la Argentina también se siguen
estos lineamientos y aun
superiores, comenta el Dr.
Hirsch-, este proceso se define
por la Ley de Portabilidad y
Responsabilidad de los Seguros
de Salud (HIPAA, por sus siglas
en inglés), una Ley Federal que
garantiza que los datos de los
pacientes permanezcan seguros.
Muchos terapeutas utilizan Skype,
que no cumple con estas pautas y
es un sistema vulnerable a
terceros, permitiendo
eventualmente que otra persona
ajena al tratamiento escuche la
conversación. El profesional
debe utilizar un servicio de
videoconferencia con
encriptación de datos y seguir
los protocolos de seguridad para
guardar y garantizar que la
información del paciente
permanezca privada y segura.
-
Perfil del consultante.
Tanto el terapeuta y el paciente
necesitan tener conocimientos
técnicos apropiados para el modo
de comunicación elegido. No
todas las personas,
especialmente muchos adultos
mayores a menudo son menos
competentes en la tecnología que
las generaciones más jóvenes,
que tienen los conocimientos
técnicos adecuados.
-
Capacitación específica:
Un modelo serio requiere que los
profesionales que trabajen en
Terapia online sean capacitados
en aspectos específicos para
atender a sus pacientes. Estas
competencias necesarias
incluyen, por ejemplo:
definición de encuadre de
tratamiento, supervisión
específica en las prácticas y
técnicas de Terapia online,
habilidades de comunicación,
políticas de privacidad y el
manejo de diversas plataformas
tecnológicas, entre otras.
-
Una
entrevista de admisión:
Comprende un encuentro entre el
consultante y un profesional con
el fin de llegar a un acuerdo
acerca de cuál será el camino
más apropiado a seguir para
mejorar la situación que motiva
la consulta. Por otra parte, los
Admisores son expertos clínicos
y conocedores de los
profesionales, de modo que
conocen también los aspectos de
la personalidad de los
terapeutas que puedan adecuarse
mejor a cada consultante. Por
otra parte, el Admisor siempre
estará disponible para revisar y
ajustar mejor el tratamiento.
Sin dudas, amigo
lector, la medicina sigue y sigue
evolucionando, acompañando ahora a
los casos como el de Marta y
contribuyendo a su “bien estar”.
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