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En los últimos días del 2016
decíamos que había sido un buen año
para quienes formamos parte de la
Asociación de Médicos Municipales,
con matices lógicos cuando se trata
de una entidad con una fuerte
presencia hacia dentro y fuera del
sistema de salud.
Del mismo modo podemos afirmar que
el año en curso es, en cierto modo,
un escenario que planteará a los
profesionales de la salud y a las
autoridades importantes desafíos a
tener cuenta.
Desde lo Institucional el desafío de
seguir creciendo, mirar para atrás
para ver cómo sembramos lo cosechado
entre todos durante varios años y si
ponemos la mirada hacia adelante el
compromiso con todos quienes forma
parte de la AMM, desde los que
recién comienzan a hacer las
primeras armas en el sistema y por
supuesto de nuestros adultos
mayores, ejemplos a seguir. Desde
nuestra entidad hacemos todo porque
son una columna vertebral muy
importante y guías para los que
vienen de atrás.
Además, la AMM es una entidad con
presencia en los ámbitos legislativo
y ejecutivo. Proponemos proyectos de
ley, discutimos productivamente con
todos los gobiernos y sabemos
construir en nuestros hospitales
sobre la base de las decisiones
democráticas. La brújula que nos
guía es la defensa de la salud
pública, el compromiso irrenunciable
por una salud libre, equitativa y
solidaria, que esté por encima de
los gobiernos de turno.
Por otra parte, la AMM interactúa
con otras instituciones gremiales,
sociedades científicas, facultades,
convencida de que el intercambio es
necesario y beneficioso, siempre y
cuando se respeten los roles, los
espacios, las incumbencias,
cumpliendo con el destino para el
cual cada una fue forjada, sin
interferencias desleales.
Nosotros tenemos una historia sobre
nuestras espaldas y caminamos a
diario por los pasillos de los
hospitales conociendo las
necesidades de los profesionales de
la salud.
También será un año de desafíos para
las autoridades. Desde adentro
podemos afirmar que hay problemas
edilicios muy importantes en algunos
hospitales, aunque reconocemos que
hay planes para solucionarlos.
También advertimos problemas de
personas en algunos sectores
puntuales como guardias o sectores
de neonatología.
No se trata de una queja reiterada,
se trata de puntualizar cuáles son
las armas que no deben faltar en el
sistema porque diariamente son miles
de personas que transitan por los
pasillos de los hospitales que
llegan no sólo desde la Ciudad de
Buenos Aires, sino del Gran Buenos
Aires y del interior del país.
Con todo, lo dijimos con firmeza el
año pasado y lo reafirmamos ahora:
queremos que el Estado asiste al que
asiste y por eso ponemos la
seguridad como uno de los aspectos
más importante en la agenda, la AMM
jamás dejará de reclamar contra la
violencia hacia el equipo de salud,
que es un flagelo que atenta contra
la salud pública; por eso exigimos
condiciones seguras para poder
desarrollar nuestra tarea. Hemos
conseguido reforzar la seguridad en
los hospitales, se firmó un
protocolo, se realizaron convenios
con el Ministerio de Justicia y
Seguridad del GCBA, se colocaron
botones de pánico y cámaras en
muchos hospitales. Pero
lamentablemente todas estas medidas
no son suficientes ya que la
violencia golpea en todos los
ámbitos y deteriora las condiciones
y medio ambiente de trabajo.
Exigimos que nos cuiden y seguiremos
trabajando para enfrentar esta
situación porque la violencia está
en toda la sociedad y llegó al
hospital público para instalarse.
Pero, más allá de eso, jamás nos
vamos a acostumbrar a lidiar con
esta problemática que afecta
nuestras vidas y la de los
pacientes.
En síntesis, se trata de un año con
desafíos y la AMM seguirá de cerca
el andar del mismo y en esto también
será importante la discusión por
mantener el poder adquisitivo de los
trabajadores a través de las
paritarias que negociamos de manera
directa y que durante los últimos
años hemos podido mantener el nivel
e incluso superar el nivel de la
inflación.
Un 2017 de trabajo, de caminar los
hospitales, pero con la meta de
seguir creciendo como Institución,
algo que nos debe enorgullecer.
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