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IYa nadie discute la realidad de médicos y pacientes
digitalizados, y el efecto transformador que tendrá la
tecnología en el sector salud.
Mientras que la consultora Research2Guidance indica que
ya hay 290.000 aplicaciones de mobile health disponibles
en los appstores, el reporte Taking the Pulse 2016 de
Manhattan Research nos cuenta que el 85% de los médicos
de Latinoamérica ya usan su Smartphone para trabajar, y
la mitad de ellos lo hacen con el paciente adelante en
sus consultorios. Adicionalmente este informe indica que
el 65% de los médicos ya cuentan con tres pantallas: una
laptop, un Smartphone y una tableta. Los pacientes no
esperaron a las empresas y desde hace mucho tiempo
enloquecen a sus médicos con SMS, emails y WhatsApp
diarios.
Los últimos días de febrero se realizó en Orlando, USA,
el Congreso Anual de la HIMSS (Sociedad Americana de IT
para la salud). Las cifras de HIMSS17 impresionan:
asistieron 42.283 ejecutivos y médicos vinculados con
“salud digital”, 1.500 empresas exhibiendo sus
productos, 300 sesiones temáticas en 5 días de congreso.
El sector de la salud está recorriendo, en todo el
mundo, un camino decidido a la franca adopción de
soluciones digitales para muchos de sus procesos
comerciales, médicos y de atención de pacientes.
Empresas tradicionales del sector testeando pilotos
tecnológicos, debatiéndose entre el camino de los
desarrollos propios, contrataciones a vendors
establecidos o darle la oportunidad a alguno de los
cientos de startups tecnológicos que buscan convertirse
en el Uber o el Twitter de la salud.
Si bien las promesas de nuevas tecnologías son muy
atractivas y tentadoras para el sector, aún no se ve una
revolución: hay más bien una evolución de los procesos
tradicionales hacia lo digital.
En HIMSS17 se vieron claramente marcadas algunas de las
principales tendencias globales:
1) La nube: muchas de las grandes instituciones de
salud, privadas y públicas, ya han superado sus miedos
vinculados con seguridad y privacidad, decidiéndose a
alojar sus aplicaciones y bases de datos en servidores
“HIPAA compliant”. El negocio de la salud global ya
confía en la nube.
2) mHealth apps & digital therapies: Las aplicaciones de
“mobile health” van evolucionando al compás de las
necesidades de médicos y pacientes. Además de las apps
disponibles en los appstores, se van sumando las
aplicaciones híbridas de eCoaching (donde se suma el
apoyo de un equipo médico como lo hace la Cleveland
Clinic con su programa de Well Being), hasta llegar a
las “terapias digitales” puras, recientemente aprobadas
por la FDA (como la terapia BlueStar para diabéticos de
la empresa WellDoc). Asoman los primeros estudios
clínicos que demuestran la efectividad clínica de su
uso, con mejoras relevantes en outcomes y adherencia y
por ende reducción de costos médicos.
3) Telemedicina: la posibilidad de vincularnos
digitalmente entre médicos y pacientes, con o sin un
profesional en pantalla en tiempo real, comienza a ser “mainstream”
en USA de la mano de corporaciones e instituciones
pioneras como Amwell, Telladoc, Kaiser Permanente. El
mundo de los financiadores hoy parece separarse entre
los que ofrecen y no ofrecerán telemedicina como
innovación. El Medicare americano ha aprobado desde el
año 2015 los non-face-to-face care services, lo cual
abre una gran oportunidad para médicos especialistas y
pacientes crónicos: u$s 40 dólares por paciente por mes
no parece ser un mal comienzo para remunerar la
prestación medica “no presencial”.
4) Inteligencia artificial y tecnologías cognitivas:
Watson de IBM (una de las indiscutidas estrellas de
HIMSS17) logra que las computadoras ya estén haciendo
cosas de médicos… diagnosticar y recomendar
tratamientos. Los médicos más reactivos comienzan a
preguntarse cuántos puestos de trabajo se perderán en el
futuro, y los profesionales más proactivos comienzan a
entrenarse en nuevos skills complementarios que serán
necesarios cuando las computadoras hagan una buena parte
de su trabajo actual. “No se trata de hombres contra
máquinas”, dijo en la apertura del evento la CEO mundial
de IBM: “se trata de hombres usando máquinas para hacer
mejor sus trabajos”. Una tendencia polémica que ya se ha
instalado en la comunidad médica y promete quedarse por
mucho tiempo.
5) Sensores, wearables y explosión de Data: terabytes de
información generada por los pacientes a través de
cientos de nuevos dispositivos trae dos nuevas
tendencias: “Populación Meath” para predecir y
planificar la prestación de servicios de salud, y
“Precisión Medicine” para hacer tratamientos
personalizados en función de las variables clínicas
individuales de cada persona.
6) El paciente en el centro del foco: las empresas de
salud comienzan a adoptar la filosofía de las demás
industrias: el paciente es un cliente y las cosas
deberían girar alrededor de ellos. Es así como el
histórico foco en complacer médicos va dejando lugar a
un modelo más orientado al paciente/cliente. Algunos ya
hablan de “la nueva era del paciente”.
Grandes marcas comienzan a cerrar acuerdos con empresas
innovadoras para ofrecer soluciones de digital health a
las personas: Google colaborando con dispositivos como
su lente de contacto con chip para diabéticos, Samsung
ofreciendo terapias digitales desde sus smartphones,
Phillips creando dispositivos y devices de uso personal,
Siemens y Qualcomm ofreciendo soluciones para que los
pacientes puedan ser atendidos medicamente desde sus
hogares, entre muchos otros.
Las innovaciones son muchas, pero el camino no es corto
ni fácil; “No hay camino derecho en salud digital”, dijo
la CEO de IBM.
La visión de la industria sobre la tecnología es
definitivamente compartida, pero la velocidad de
adopción y los niveles de éxito de los pilotos son muy
disímiles. Los médicos y abogados más conservadores
siempre encontrarán muy buenas razones para resistirse y
encontrarle riesgos a la digitalización de la salud,
pero también ellos saben que ya no pueden frenar el
océano con las manos.
En mi experiencia personal, creo que para entender hacia
dónde vamos hay que recordar el recorrido de la era
puntocom y su hijo predilecto, el e-commerce: una larga
década fue necesaria para convertirlo en mainstream. Hoy
no existe profesional o empresa sobre la tierra que no
tenga una presencia digital y un plan para capitalizar
su potencial.
Ya lo decían en un famoso laboratorio de innovación del
Silicon Valley: la mejor manera de predecir el futuro es
creándolo. En lo digital, como en la vida, se hace
camino al andar.
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