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I.
Características del proyecto
Poliarquía Consultores y Prosanity
se han asociado para desarrollar un
Programa de Estudios de Salud
(PROESA) centrado en el seguimiento
de los factores de estrés y la
atención sanitaria. El programa se
ejecutó mediante un sondeo de
opinión mensual en las 40
principales ciudades del país, a
partir de enero de 2017. Con los
resultados obtenidos se elaborará un
Índice mensual de Estrés (IME) para
medir la evolución de los
principales factores de tensión que
afligen a los argentinos. Junto al
IME, el estudio sistemático proveerá
información mensual sobre calidad de
la atención, percepción del estado
de salud, hábitos de prevención,
accesibilidad y cobertura. El
propósito de Poliarquía y Prosanity
es elaborar una agenda de temas
prioritarios para mejorar los
hábitos de vida de la población y el
desempeño del sistema sanitario.
Gráfico 1: Fuentes
de tensión en la vida
cotidiana
¿Pensando en las
tensiones de la vida
cotidiana, ¿cuál diría Ud.
que es la fuente más
importante que contribuye a
provocarle estrés?
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II.
Fuentes de tensión en la vida
cotidiana
El primer sondeo, realizado en los
últimos días de 2016, arrojó una
interesante radiografía de los
factores de estrés que soportan los
argentinos. En primer lugar, con el
41% de las menciones, figura “la
situación económica”. Este factor
supera con holgura a la inseguridad
y a la situación laboral, que
recogen, cada una, el 19% de las
respuestas. Estas tres fuentes de
tensión contrastan con la salud y la
familia, cuya problemática afecta
sólo al 10% de la población (Gráfico
Nº 1).
Si se considera que el ámbito
laboral forma parte de la economía
de las familias porque de allí se
obtienen los ingresos, la conclusión
es que las dificultades en este
terreno son las responsables del
estrés que padece la mayoría de la
población. En efecto, si al 41% que
menciona la situación económica, se
le suma el 19% que está preocupado
por el trabajo, se concluye que 6 de
cada 10 argentinos se encuentran
estresados por problemas propios de
la esfera económica al inicio de
2017.
Los factores de estrés registran
interesantes variaciones de acuerdo
a las características sociales y
demográficas de la muestra. En
primer lugar, entre los individuos
de entre 30 y 50 años, que están en
plena edad activa, la preocupación
por los ingresos y el trabajo es
considerablemente mayor que en el
promedio de la población.
Gráfico
2:
Fuentes de tensión en la
vida cotidiana según grupo
etario
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Gráfico
3 Fuentes de tensión en la
vida cotidiana según sexo
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Más de 7 de
cada 10 personas incluidas en ese
tramo etario sufren estrés por estas
razones. Es significativo señalar,
además, que las menciones a las
tensiones y preocupaciones
estrictamente laborales casi se
triplican entre los varones y la
población menor de 50 años (Gráfico
Nº 2).
El estrés por la inseguridad, en
cambio, aflige en mayor medida a los
mayores de 50 años y a las mujeres.
Estos segmentos exhiben también
mayor aflicción relativa por la
salud que el promedio de la
población (Gráfico Nº 3).
Gráfico 4:
Evaluación de la atención
médica
¿Cómo calificaría la
resolución del problema de
salud brindada por su
cobertura?
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Una interesante conclusión de esta
investigación es que para la amplia
mayoría de los argentinos la familia
no es una fuente de estrés. Este
resultado es congruente con
conclusiones obtenidas por diversas
investigaciones en los últimos años.
En la Argentina, un país inestable e
imprevisible, la familia sigue
siendo una fuente de seguridad y
contención.
III. Evaluación de la
atención médica
El primer sondeo del PROESA de
Poliarquía y Prosanity indagó
también el nivel de satisfacción de
la población argentina con los
servicios médicos. El 73% de los
entrevistados afirmó que él o algún
miembro de su familia requirieron
asistencia médica en los últimos
doce meses. En conjunto, la
evaluación realizada por esta
población es positiva. En efecto, el
58% de los entrevistados evaluó como
“buena” o “muy buena” la atención
recibida, mientras que el 26% la
consideró regular, y sólo el 12% la
juzgó negativa (Gráfico Nº4).
Los porcentajes de satisfacción
general registran importantes
variaciones según el tipo de
cobertura de la población. La mejor
evaluación la obtienen las empresas
de medicina prepaga, con 74% de
aprobación, siguiéndoles las Obras
Sociales y las Mutuales, con el 70%.
El Pami registra un aceptable nivel
de aprobación: el 54% de los
jubilados consideraron “buena” o
“muy buena” la atención recibida.
Los resultados obtenidos por los
hospitales públicos contrastan con
las demás coberturas, ya que sólo el
43% de los entrevistados se
encuentran satisfechos con la
atención recibida, mientras el 29%
la considera regular y el 19%
negativa (Gráfico Nº 5).
Gráfico
5: Evaluación de la atención
médica según cobertura
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FICHA
TÉCNICA:
Universo: Población, mayor de 18
años.
Tipo de encuesta: Telefónica (IVR).
Características de la muestra:
Estratificada, polietápica y
aleatoria. Por cuotas de edad y sexo
para la selección del entrevistado.
Tamaño de la muestra: 1226 casos
nacionales.
Error estadístico: +/- 2,86 % para
un nivel de confianza del 95%.
Fecha del trabajo de campo: 14 y 15
de diciembre de 2016.
Empresa ejecutora: Poliarquía
Consultores en asociación con
Prosanity.
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