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I.
PRESCRIPCIÓN Y APLICACIÓN DE VACUNAS
La mayoría de los argentinos no ha
recibido indicación médica para
aplicarse vacunas en los últimos 5
años. El 54% se encuentra en esta
situación, mientras el 40% afirma
haber tenido la indicación
profesional para vacunarse. (Gráfico
Nº 1)

De acuerdo con la información
recogida, la posesión de un médico
de cabecera parece determinante para
recetar vacunas. Así, entre los que
acceden a un profesional el 51%
recibió la indicación de vacunarse,
mientras que entre los que no lo
poseen ese valor se reduce al 28%.
(Gráfico Nº 2)

Cabe consignar que la posesión de
médico de cabecera es más frecuente
entre las mujeres y las personas
mayores de 50 años.
Como no todas las vacunas requieren
indicación médica, la cantidad de
pacientes que se aplicó
efectivamente una vacuna en el lapso
analizado es mayor que la que
recibió una prescripción específica.
De este modo, casi el 60% declara
que se aplicó alguna vacuna en el
último lustro, en tanto que el 40%
no lo hizo. Entre los que se
aplicaron vacunas, el 9% de la
población afirma que tuvo reacciones
adversas. (Gráfico Nº 3)

Si se atiende al tipo de cobertura
médica, resulta que la frecuencia de
aplicación de vacunas es ampliamente
mayoritaria entre los afiliados al
PAMI, mientras la menor frecuencia
se registra en los hospitales
públicos. Entre quienes se atienden
en éstos, el 46% no se aplicó
vacunas. En el otro extremo, 7 de
cada 10 afiliados a la obra social
de los jubilados se vacunó. La
frecuencia de vacunación es similar
entre los que se atienden en obras
sociales y empresas de medicina
prepaga. (Gráfico Nº 4)

El déficit de vacunación en los
hospitales públicos se atribuye a la
precariedad socioeconómica y laboral
que limita el acceso a las Obras
Sociales y Prepagas. En efecto, el
55% de la población estima que no
pertenecer a estas coberturas
dificulta mucho o bastante la
aplicación de vacunas.
La existencia de médico de cabecera
es asimismo un factor influyente
para la aplicación efectiva de las
vacunas. Entre quienes lo poseen, el
68% accedió a ellas, mientras que
entre los que no lo tienen se vacunó
solo el 46%. (Gráfico Nº 5)

II.
IMAGEN SOCIAL DE LAS VACUNAS
Tiene amplio consenso en la sociedad
argentina el beneficio de las
vacunas para la salud. Así, el 83%
afirma que éstas son bastante o muy
beneficiosas. Sin embargo, el 14% de
los entrevistados desconfía de
ellas. (Gráfico Nº 6)

Casi la mitad de los que desconfían
en las vacunas explican su opinión
debido a experiencia directa o
referencias sobre efectos adversos.
El resto ofrece explicaciones
vinculadas con creencias religiosas,
práctica de terapéuticas médicas
alternativas o, directamente,
escepticismo respecto de la ciencia
médica convencional.
Por último, se presentaron a los
entrevistados tres frases acerca de
las vacunas para que expresaran su
acuerdo o desacuerdo. La que
despertó mayor consenso se refiere
al carácter preventivo de las
vacunas: el 85% estima que resultan
esenciales para evitar enfermedades.
En la misma línea, pero con menos
adhesiones, 7 de cada 10
entrevistados estuvieron de acuerdo
en rechazar la afirmación “Las
vacunas generan más enfermedades que
beneficios”. La tercera frase
mostró, finalmente, que para al
menos la mitad de la sociedad las
vacunas están orientadas a
determinado tipo de segmentos
sociales, principalmente los niños.
FICHA TECNICA
Universo: Población, mayor de 18
años.
Tipo de encuesta: Telefónica (IVR).
Características de la muestra:
Estratificada, polietápica y
aleatoria.
Por cuotas de edad y sexo para la
selección del entrevistado.
Tamaño de la muestra: 1288 casos
nacionales.
Error estadístico: +/- 2,78 % para
un nivel de confianza del 95%.
Fecha del trabajo de campo: Del 5 al
8 de mayo de 2017.
Empresa ejecutora: Poliarquía
Consultores en asociación con
Prosanity.
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