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Desde estas páginas nos hemos
referido innumerables veces al
avance de la tecnología, a las
aplicaciones que se generan día a
día y a la transformación que ellas
generan en el ámbito de la salud. Y,
como no podía ser de otra forma,
también la tecnología ha
desembarcado en un área
particularmente especial como es la
de los tratamientos
psicoterapéuticos.
Francisco, empleado de una empresa
multinacional, está detenido en su
desarrollo profesional, porque su
próximo paso requiere liderar un
equipo grande y esto implica hablar
frente a muchas personas. Esto
último le resulta imposible, de sólo
pensar en ello siente taquicardia,
le transpiran las manos y se le
nubla la vista.
A Emilce, ama de casa de 50 años, le
pasa algo similar al pensar en volar
en avión: le surgen ideas
catastróficas y tiembla sin parar.
Esta situación se le volvió
insostenible cuando su único hijo y
su único nieto se mudaron a España.
Carlos
sufre tanto cuando tiene que hacerse
estudios médicos que evita
constantemente pensar en su salud.
No se anima a sacarse sangre y mucho
menos a hacerse esa tomografía que
su médico considera tan importante.
Hasta hoy, nos explica la Lic.
Mercedes Castronuovo, Gerente de
Prestaciones del Centro Privado de
Psicoterapias, los tratamientos para
tratar este tipo de problemáticas
estaban basados en técnicas de
diferentes modelos psicoterapéuticos
y también, en los casos más agudos,
en el uso de medicación específica.
En particular, nos señala, es el uso
de medicación el que genera más
inconvenientes, ya que muchos
pacientes no quieren tomar
psicofármacos, a otros les produce
efectos secundarios y finalmente
tampoco es viable la toma de este
tipo medicamentos de por vida en
donde naturalmente se pueden generan
ciertos riesgos de dependencia a los
mismos. Pero estas situaciones, nos
sigue comentando, tienen hoy una
nueva solución: la psicoterapia con
el uso de realidad virtual.
Como todos sabemos, la tecnología ha
venido -continúa y continuará-
impactando en todos los ámbitos de
nuestra vida cotidiana. Tecnologías
como la videoconferencia, las
aplicaciones para teléfonos
inteligentes y los chats son cada
vez más relevantes para la práctica
clínica habitual.
La realidad virtual es otra
herramienta que se suma a este
fenómeno, en donde su aplicación en
los tratamientos psicoterapéuticos
está avanzando a pasos agigantados.
Desde hace décadas ya se usaba en
ámbitos académicos, luego estuvo
dirigida al terreno del
entretenimiento y en los últimos
años ha tenido un gran desarrollo en
el campo de la salud.
Los expertos sugieren que este campo
será, luego de los videojuegos, el
sector que más crecerá en la
aplicación de la realidad virtual en
los próximos años. La formación de
profesionales, la rehabilitación de
pacientes y el tratamiento de
trastornos psicológicos, son algunos
de los principales usos de la
realidad virtual aplicada a la
salud.
Los trastornos de ansiedad y las
fobias específicas son las
patologías más investigadas en la
aplicación de estas tecnologías. Sin
embargo, en el último año se ha
avanzado mucho en su uso en
depresión, trastornos de déficit de
atención, trastornos alimentarios y
otras patologías de importancia.
En la última reunión anual de la
Asociación Americana de Psiquiatría,
nos comenta la Lic. Castronuovo, se
expusieron investigaciones sobre la
utilización de realidad virtual en
las que los niños con autismo
aprenden a reconocer cuándo su madre
está enojada o triste, los veteranos
de guerra traumatizados desarrollan
habilidades para lidiar con sus
flashbacks y las personas con dolor
crónico logran olvidarlo con éxito.
Naturalmente la pregunta es cómo
funciona. Cuando un paciente
concurre a sesión, nos sigue
comentando la Lic. Castronuovo, como
en cualquier otro tratamiento, se lo
entrevista y se hace un diagnóstico
inicial. En el caso de Emilce, por
ejemplo, es una fobia específica a
volar. Luego, el psicoterapeuta
desarrolla un plan de tratamiento
que incluye una evaluación
específica de las emociones y los
pensamientos asociados a la
patología que lo convoca, y un
diseño particular de cada sesión.
Emilce tiene temores excesivos
asociados a pensamientos
catastróficos de tener un accidente
y morir, y éstos comienzan antes del
vuelo. El terapeuta utiliza esta
información para delinear el plan de
exposición gradual con los diversos
escenarios y modificar la intensidad
de los factores ansiógenos de los
mismos.
El consultorio está adaptado y
dispone de un casco de realidad
virtual, una computadora desde la
cual se podrán ir modificando los
diferentes escenarios y un sensor de
biofeedback que le brindará al
profesional la información sobre los
efectos que tiene el paciente al
exponerse al escenario.
Se trata de generar una experiencia
para el paciente donde pueda
sentirse ansioso o incómodo. Luego,
dentro de ese entorno, el terapeuta
crea digitalmente intervenciones que
lo ayudan a sentirse más cómodo o a
manejar sus emociones de manera
adecuada. En el caso de Emilce la
experiencia comienza con una escena
donde ella está en el living de su
casa preparándose para el vuelo,
luego toma un taxi hacia el
aeropuerto y finalmente sube al
avión y despega. El profesional va
regulando diferentes variables: el
momento del día, la meteorología, la
cantidad de gente, las posibles
turbulencias, entre otras. Todo esto
se da de manera gradual y acompañado
por técnicas de relajación que
posteriormente Emilce trasladará al
momento de hacer efectivo el viaje.
Son muchas las ventajas que ofrece
la realidad virtual; su efectividad
para producir la inmersión del
paciente en la situación, la mayor
aceptación por parte del paciente
frente a otras terapias de
exposición y la posibilidad de
adaptar el tratamiento a cada caso
en un contexto 100% controlado por
el terapeuta, son algunas de ellas.
Existen numerosos equipos en el
mundo y en la Argentina trabajando
en el desarrollo de esta
herramienta. Estos dispositivos
requieren un entrenamiento
específico y un apoyo institucional,
considerando que hay factores que
contribuyen a asegurar su adecuada
utilización, como son: seguridad
informática, supervisión de los
casos y el monitoreo de la evolución
de los resultados terapéuticos,
entre otros.
En el Centro Privado de
Psicoterapias, nos señala finalmente
nuestra entrevistada, estamos
convencidos de que el futuro de la
asistencia en salud en general y de
la psicoterapia en particular va a
estar potenciado por estas
tecnologías. En la institución un
equipo de profesionales
especializados está desarrollando la
aplicación de esta tecnología a
distintos tratamientos con
excelentes resultados. Sin duda las
nuevas tecnologías son cada vez más
relevantes en nuestra práctica; hoy
los pacientes piden sesiones por
videoconferencia, que se les sugiera
una aplicación para dormir mejor o
contención por WhatsApp. La realidad
virtual se presenta como una
poderosa herramienta. Casos como los
de Emilce, Francisco o Carlos son
sólo algunos ejemplos de quienes se
podrían beneficiar con estos
dispositivos. Si bien el desarrollo
y la aplicación de estas tecnologías
hoy sólo están al alcance de las
organizaciones de primer nivel que
pueden financiarlas, en un futuro
cercano estamos seguros de que
llegará a nivel masivo.
En definitiva, amigo lector, está en
nosotros ponernos al día y sumar las
nuevas tecnologías a nuestro trabajo
cotidiano.
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