:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Opinión
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 


 

 

 

 

 

 

 

 

Federación Farmacéutica

 

 

 

 

 
 

 

:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
  

Voces


Reformular el financiamiento de la Seguridad Social

Por el Dr. José Pedro Bustos y el Dr. Oscar Cochlar
 

A partir de marzo de este año, se presentaron pedidos de cobertura del 100% del medicamento Nusinersen, como tratamiento de la Atrofia Medular Espinal.
Nusinersen fue aprobado en primer lugar por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), el 23 de diciembre de 2016, en un plazo de tres meses tras la presentación de la solicitud de autorización.
Recientemente, la compañía biotecnológica Biogen ha anunciado que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha emitido una opinión positiva recomendando la aprobación de Nusinersen para el tratamiento de la Atrofia Muscular Espinal con alteraciones del cromosoma 5q.
Este tipo de AME es la forma más común de esta enfermedad neuromuscular genética, llegando a representar aproximadamente el 95% de todos los casos de AME.
La revisión de Nusinersen se realizó bajo el procedimiento de evaluación acelerada del CHMP, un mecanismo regulatorio que tiene por objetivo proporcionar, en el menor tiempo posible, el acceso a los pacientes a los medicamentos que cubren necesidades médicas aún no satisfechas. Su aprobación convertiría a esta terapia en el primer tratamiento disponible para AME con alteraciones en la región cromosómica 5q.
Por su parte, el laboratorio Biogen (NASDAQ: BIIB) reveló que ha fijado un precio de lista de 125.000 dólares por inyección para su fármaco para AME, Nusinersen. El precio por inyección se traduce en 750.000 dólares para el primer año de uso, cuando se supone que un paciente recibe seis inyecciones y 375.000 dólares cada año subsiguiente para el resto de su vida.
Si bien el uso de este medicamento aún no fue autorizado en nuestro país, el laboratorio que lo comercializa ya obtuvo, reiteramos, su aprobación en Estados Unidos y Europa.
En la República Argentina, existe una entidad que agrupa a las 200 personas que aproximadamente padecen de Atrofia Medular Espinal.
Por lo menos 15 personas de este total, ya pidieron la cobertura de Nusinersen a obras sociales que integran el Sistema Nacional del Seguro de Salud.
Excepto algunas pocas con capacidad económico-financiera suficiente, el costo de este medicamento no es posible de afrontar para la gran mayoría de las obras sociales.
La primera solución que aparece al alcance de la mano es la de recurrir a los recursos con los que cuenta el Fondo Solidario de Redistribución. Sin embargo, cuando profundizamos el análisis de la situación, no resulta tan sencillo dar una respuesta unívoca a esta encrucijada. En efecto, la eficacia, costo y disponibilidad del Nusinersen es solamente un ejemplo de lo que ocurre y, fundamentalmente, ocurrirá, con los nuevos medicamentos monoclonales, biológicos o de reciente descubrimiento que sean comercializados de modo monopólico u oligopólico. En otras palabras, es muy probable que ni siquiera los recursos del Fondo Solidario de Redistribución alcancen para cubrir el costo de los actuales medicamentos.
Creemos que este panorama presenta una ocasión propicia como para reformular el financiamiento de la seguridad social.
Como sabemos, como principio, el financiamiento de la seguridad social continúa basándose en el sistema contributivo bismarkiano. Estamos convencidos que debemos discutir la insuficiencia de las contribuciones patronales y aportes laborales para financiar adecuadamente las prestaciones médico-asistenciales que debe brindar cada obra social y su relación con el financiamiento del subsistema público de salud que, básicamente, proviene de partidas presupuestarias que responden a los sistemas universales o beveridgianos; pues se basan en los postulados desarrollados en el “Informe Beveridge”, publicado en Gran Bretaña, en 1941. Allí se proclamó el principio de cobertura universal de la seguridad social para todos los ciudadanos “desde la cuna hasta la tumba” (“from cradle to grave”).
Nos parece auspiciosa la adquisición que realizó el Ministerio de Salud de la Nación de casi 140 mil dosis de un medicamento antiviral para personas infectadas con el virus de la hepatitis C en estado avanzado.
En la Argentina, unas 800.000 personas tienen esta enfermedad y 1.200 de ellos están atravesando un estadio muy severo y dependen de esta medicación.
Este también es solamente un ejemplo de coberturas de alto costo y baja incidencia que resultan más económicas y eficaces cuando el propio Estado interviene de modo activo en su compra.
Estamos en presencia de una buena oportunidad como para rediscutir el financiamiento de la seguridad social y su relación con el subsistema público de salud

 

SUMARIO

 

Copyright 2000-2017 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos