|
En un contexto
signado por el déficit y las negociaciones con la
industria farmacéutica, el Lic. Sergio Cassinotti,
director ejecutivo del PAMI, explicó un conjunto de
nuevas medidas que buscan controlar la crítica situación
financiera del instituto. Conflictos y desafíos para la
entidad que cubre la salud de casi cinco millones de
argentinos.
La
situación del PAMI no podría ser más complicada. Con un
déficit mensual que está entre los 800 y los 900
millones de pesos, a la difícil situación financiera se
suma la falta de controles y auditorías y la siempre
punzante negociación con la industria farmacéutica.
De hecho, fue en mayo pasado que, como respuesta a la
decisión de Cassinotti de anular el convenio que la
industria había acordado con su antecesor, Carlos
Regazzoni, los laboratorios amenazaron con eliminar los
descuentos para medicamentos y, así, poner en riesgo la
cobertura de los casi 5 millones de beneficiarios que
cubre el instituto.
Cassinotti se reunió varias veces con las principales
cámaras de laboratorios medicinales y, al cierre de esta
edición (a fines de junio) ya había logrado un acuerdo
con una serie de modificaciones al convenio original
para la compra y provisión de medicamentos del
Instituto.
En este contexto, Cassinotti expuso un análisis
detallado de la crítica situación de la entidad que
dirige y luego presentó un conjunto de medidas ideadas
para contener los gastos sin descuidar las prestaciones.
“Estamos trabajando muy fuerte para que en los primeros
meses del año que viene, podriamos volver a ser creíbles
y afrontar todas nuestras responsabilidades”, sintetizó
el director ejecutivo del PAMI.
LA POBLACIÓN
En primer lugar, Cassinotti detalló las características
de la población del PAMI, entidad que cubre al 76% de
los adultos mayores del país, en un total de 4.908.200
de beneficiarios, con un 64% de mujeres y un 36% de
hombres, entre jubilados, pensionados y familiares con
dependencia, veteranos de Malvinas y sus familias. “Un
dato que en general se desconoce, enfatizó Cassinotti,
es la cantidad de chicos que cubrimos”. La cifra de
beneficiarios menores de 19 años llega al 3,5%. Un 8% le
corresponde a la población de entre 20 y 59 años; un 68%
a los que tienen entre 60 y 79; y un 20,5% a los mayores
de 80, lo que resulta en que la edad media de la
población es de 69,4 años. “Lo importante, resaltó el
Director Ejecutivo, es la concentración: hasta el 96% de
nuestra población termina en el PAMI: este es un primer
dato nada menor, que tiene consecuencias directas en el
gasto”.
EL PADRÓN
Otra de las claves para entender la situación actual es
la evolución que el padrón de afiliados ha tenido en los
últimos años. “Es especialmente importante en este
aspecto el tema de las moratorias previsionales”,
destacó Cassinotti: Es que, de febrero de 2015 a
diciembre de 2016, el porcentaje de moratoria pasó del 5
al 13%. “Esto tiene un impacto terrible cuando tenemos
que cerrar los números”, explicó. En número de
afiliados, el padrón del PAMI no deja de crecer. Si en
marzo de 2016, y luego de la depuración que realizara
Regazzoni, la cifra estaba ligeramente por encima de los
4 millones 700 mil, para noviembre de 2016 ya llegaba a
los 4 millones 900 mil. Y, para fines de este año, la
estimación indica que el número alcanzará los 5 millones
100 mil afiliados.
INGRESOS
Del monto total que ingresa a la entidad vía la AFIP, un
3% proviene de los trabajadores en relación de
dependencia, un 2% de los empleadores y un 5%
corresponde a los autónomos. De los ingresos
provenientes de la ANSES, un 3% le corresponde a los
haberes jubilatorios mínimos y un 6% a lo que excede ese
monto. Mientras que el aporte per cápita por pensiones
contributivas es de 50 pesos, el de veteranos de
Malvinas es de 45. “Es muy difícil cubrir a un veterano
con 45 pesos”, indicó el Director ejecutivo. En
promedio, el ingreso per cápita calculado a abril de
este año es de alrededor de 1.700 pesos y el total de
ingresos proyectados para 2017 es de 116.467 millones.
En relación a la tasa de dependencia, los datos que
expuso Cassinotti develaron que, en marzo de este año,
1,38 trabajador activo está financiando a un jubilado en
el PAMI. Desde 2014 se viene reduciendo la relación
entre cotizantes y afiliados, lo que ejerce presión
sobre el equilibrio presupuestario entre ingresos y
egresos. “Todo esto tiene que ver con las moratorias,
con el poco ingreso por veteranos de Malvinas y,
también, no lo vamos a negar, con una caída laboral”,
explicó Cassinotti.
LOS GASTOS
En cuanto a la composición de los gastos totales del
PAMI, Cassinotti expuso que el 27% va a la industria
farmacéutica por la compra de medicamentos. “Tengo como
objetivo llevarlo a un 25%, que es una cifra razonable
si tenemos en cuenta que en una obra social sindical el
gasto en medicamentos está en el 18%, y en las prepagas,
alrededor del 20%”. El 14% del gasto se va en
prestaciones de primer nivel de atención; 16% en
prestaciones de segundo nivel; un 1% en prestaciones de
tercer nivel. Además, el gasto en salud mental ronda el
2% y el destinado a prestaciones alternativas llega al
3%. Los insumos médicos se llevan el 4%, las
prestaciones sociales, también el 4%. El 13% del gasto
es administrativo, un 4% se destina a geriatría, otro
tanto a internación domiciliaria, mientras que a
discapacidad se destina un 2%. “Es claro que para
contener el gasto tenemos que apuntarle a las
prestaciones de segundo nivel y al gasto en
medicamentos, insumos e internación domiciliaria”.

MEDIDAS PARA LA CONTENCIÓN
DEL GASTO
Luego de dar cuenta de la situación actual de la
entidad, Cassinotti presentó un conjunto de ocho medidas
para contener el gasto. “Lo que yo pretendo no es cortar
prestaciones ni perjudicar a prestadores o a
laboratorios. Creo que podemos hacer una gestión
muchísimo mejor de lo que se estuvo haciendo antes. Hubo
antecedentes de buena gestión: y esas son las que
tenemos que mirar para aprender”.
AUDITORÍA
“Queremos fortalecer la auditoría en todos los niveles”,
destacó. Así como lo hizo como titular del IOMA,
Cassinotti se propone impulsar los procesos de auditoría
en el PAMI, para detectar por dónde puede estar
generándose un gasto innecesario. Se trata de un punto
que también la industria, en el nuevo acuerdo alcanzado,
se comprometió a fortalecer. “Estamos trabajando para
que los médicos empiecen a recorrer las instituciones,
para que vayan a los sanatorios, a las clínicas, a las
farmacias. Es tanta la importancia que le hemos dado a
las auditorías que el área depende directamente de mí”.
EXTERNACIÓN
Otra de las medidas es la formación y fortalecimiento de
un equipo médico de externación. El trabajo del equipo
es tratar de ubicar a los pacientes en geriátricos o en
internación domiciliaria. “Es muy importante que este
equipo empiece a funcionar en serio, y ya lo está
haciendo”, enfatizó Cassinotti.
NUEVO MODELO PRESTACIONAL
Habrá, también, un cambio en el modelo prestacional.
“Tenemos que disponer de un presupuesto de 800 millones
de pesos por mes, y tiene que ser un presupuesto
previsible, tanto para los prestadores como para el
PAMI; no puedo pagar lo que no existe”, advirtió
Cassinotti. Y añadió: “1.700 0 1.800 pesos per cápita
suena muy justito, pero bien gestionado tiene que
funcionar”. El nuevo modelo prestacional está pensando
para que ese objetivo pueda alcanzarse. “La idea es
poner diferentes valores capitados, en tres niveles, y
con un índice de ajuste que quede por fuera de esos
niveles”, explicó. La entidad toda se muestra más que
abierta al diálogo a propósito de esta nueva medida:
“Queremos transmitir tranquilidad: vengan, cuéntenos
cuáles son sus dificultades y vamos a intentar dar una
solución”. “No somos intransigentes con las categorías
porque, además, necesitan ser actualizadas”. “Todo esto
que pareció tan traumático, por lo frío que tienen las
resoluciones, todo es conversable. El PAMI no funciona
sin los prestadores y los prestadores no funcionan sin
él, y nosotros eso lo tenemos claro”, sintetizó.

CAPACITACIÓN
La capacitación es otra de las medidas clave de la
gestión. “Hay un enorme desconocimiento por parte de los
médicos de cabecera de cómo funciona el sistema”,
explicó. “Eso es nuestra responsabilidad; tenemos que
destinar los recursos necesarios para capacitar a los
profesionales para que entiendan la nueva modalidad”.
ANÁLISIS DE PROCESOS
“Los procesos del PAMI son lamentables”, definió
Cassinotti. “Son terriblemente burocráticos y
complicados”. La idea, entonces, es generar análisis de
procesos que deriven en un nuevo diseño de los mismos,
para que así resulten más dinámicos y más simples. Un
ejemplo claro: dentro de poco, el PAMI va a lanzar la
licitación para iniciar el cambio hacia la credencial
electrónica, lo que “va a aportar padrones más
confiables, ya que se van a actualizar día a día”.
RENEGOCIACIÓN CON LA
INDUSTRIA FARMACÉUTICA
“Se trata de un tema complicado”, admitió el titular de
PAMI. Ante todo, se debe analizar la prescripción de
medicamentos. Los médicos prescriben entre 7 millones y
medio y 9 millones de recetas mensuales. Y el 90% de los
beneficiarios consume cuatro recetas al mes. “El PAMI
nunca tuvo un tope para esto: hubo un doctor en Capital
Federal que en el mes de abril hizo 5.499 recetas.
También hay pacientes con 80, 70, 50 recetas”, ilustró
Cassinotti. “Esto significa que existen faltas de
control alevosas: ¿por qué a nadie se le ocurrió poner
un tope de recetas? Esos desvíos desaparecerían”.
Para el caso de los medicamentos de síntesis clínicas,
han aumentado los usuarios, los precios y la aparición
de nuevos productos, “aunque muchos de ellos son de una
eficacia dudosa”. Lo mismo, explicó, ocurre con los
medicamentos oncológicos. “Esto nos obliga a discutir
los precios. Pero lo que me preocupa es la política de
medicamentos en general”. “Nuestro país nunca ha tenido
casi ningún control en esta materia; no se trata de
perjudicar a la industria, sino de poner protocolos
claros para ver cuál medicamento entra y cuál no al
país”. El caso de la Atorvastatina, indicó Cassinotti,
es ilustrativo del tipo de conflictos que surge cuando
no hay una política clara: “Muchos laboratorios la
producen y el más caro es el que más se vende. Si PAMI
tiene medicamentos subsidiados al 100%, ¿puede comprar
al precio más alto? ¿El Estado puede comprar así? Hay
que sacarse la careta y empezar a generar una política
de medicamentos de Estado”, enfatizó.
Otro de los avances que ayudarán a gestionar mejor el
gasto en medicamentos es el de la receta electrónica,
“que inició Regazzoni con buen criterio”. Hay un 7% de
diferencia entre lo que el médico prescribe y lo que el
paciente retira del mostrador: con la receta
electrónica, este problema quedaría zanjado. “Es muy
importante que los especialistas empiecen a utilizar la
receta electrónica y que estén empadronados, para no
tener desajustes”.
REFORMULACIÓN DEL CONVENIO
PARA INTERNACIÓN DOMICILIARIA
El PAMI está encarando un reempadronamiento de
prestadores y un proceso de auditoría sobre la
indicación de internación domiciliaria y sobre la
prestación. “Vamos a trabajar en la doble auditoría; se
están haciendo módulos nuevos, muy bien definidos”
MODELO CAPITADO PARA
INSUMOS
La gestión está iniciando el paso a un sistema capitado
en prótesis y otros insumos, con control doble sobre
prescriptores y proveedores. “Licitaremos un listado de
prótesis y se van a poder presentar todos los oferentes
que quieran”, detalló Cassinotti.
Asimismo, se refirió también a la función social del
PAMI, y adelantó que están estudiando la posibilidad de
generar un subsidio controlado para los familiares que
se queden a cuidar al adulto mayor de la familia: “Lo
estamos estudiando para afrontar el problema de la falta
de geriátricos”, explicó. Finalmente, destacó que
“Tenemos que trabajar mucho más integrados con el resto
del Estado; hay que buscar las soluciones en el trabajo
conjunto”.
Fuente: Ciclo Abierto de Debate 2017.
Financiamiento del PAMI. Fundación Sanatorio Güemes.
|