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Según
un estudio realizado por el economista Christopher Ruhm, profesor de
la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, la salud de
los norteamericanos se deteriora cuando los indicadores económicos
transmiten optimismo y mejora cuando el viento sopla en la dirección
contraria. El estudio "Buena salud en tiempos de crisis" que lleva
su firma, asegura que, "cuando la economía se debilita, los
comportamientos individuales redundan en un mejor estado de salud de
la población”. Para llegar a esa conclusión, Ruhm cruzó las tasas de
desempleo de todos los estados de la Unión con el banco de datos del
Centro Federal de Control de Enfermedades de los EE.UU. (CDC).
“En otras
investigaciones anteriores había detectado algunas pistas que
sugerían que la salud de la población estadounidense mejoraba en las
épocas de recesión económica, y empeoraba en los buenos tiempos”,
explicó el economista. Ruhm dijo haber constatado que la tasa de
mortalidad, el volumen y la gravedad de las enfermedades, la
propensión a la obesidad y el consumo de alcohol y tabaco disminuye
notablemente cuando la economía enferma. Según su informe, que
evalúa el período 1972/1991, en determinados estados, el aumento de
un punto porcentual de desempleo se corresponde con una reducción de
la tasa de mortalidad que oscila en torno al 0,5 por ciento.
Según Ruhm, la
caída está relacionada con el hecho de que la baja de actividad
permite que la gente dedique más tiempo al cuidado personal. “No
encontré evidencias que relacionaran el fenómeno con el nivel de
ingreso. Más bien, parece tener que ver con las horas trabajadas.
Cuanto más ocupada está la gente, peor come, menos ejercicio hace y
más posterga sus visitas al médico. Por eso, tener más tiempo
redunda en un mejor estado de salud. Cuando, en cambio, la economía
mejora, aumenta la demanda laboral y empeora la salud”, aseguró. El
economista agregó que “el estudio sorprendió a muchos porque, en
general, se cree que si la economía marcha mal, todo marcha mal.
Pero eso es una generalización improbable.”
De todos modos,
Ruhm admitió que su teoría tiene sus bemoles: “Aunque, durante las
épocas de crisis, la salud física mejore, también se observan
ciertos deterioros en la salud mental de la población.” De hecho, el
informe revela algunos aumentos estadísticos en materia de suicidios
y contracción de enfermedades mentales no psicóticas. Ruhm defendió
su polémica investigación con una batería de documentos que
sostienen los resultados desde el punto de vista técnico. Y aseguró
que su enorme relevamiento de indicadores, que refleja los vaivenes
registrados en 45 estados norteamericanos durante los últimos 14
años, pasará a la historia como una de las bases de datos de salud
pública más importantes del mundo.
Fuente: AFP
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